Hacen volar la imaginación

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@- Body:Sí, es una nave espacial lo que vuela por allá. Por este lado surca el cielo un dinosaurio y por este otro un tiburón.

Por allá un avión de la Primera Guerra Mundial.

¿Suena a una película de fantasía? No, son múltiples figuras voladoras de todos colores que, sujetadas a un carrete a través de un largo, muy largo hilo, alegran no sólo el firmamento regio, sino también a chicos y grandes que en familia practican una de las actividades al aire libre por tradición: volar papalotes.

Y es que aunque la costumbre de armar el típico artefacto romboide a base de papel y carrizo se ha ido perdiendo, dando lugar a los ya elaborados y de venta en grandes tiendas, lo importante es la comunicación que se propicia en la familia, expresó Javier.

“Es muy divertido hacer el papalote, pero sobre todo la convivencia con los niños”, comentó mientras su hijo Javier soltaba el cordón para echar a volar su papalote, un avión azul y blanco que días atrás recibió como regalo.

IDEAL PARA ESTOS DÍAS

@- Body:Para salir a aprovechar el viento, no es necesario madrugar. Más bien, el experto considera que el momento ideal para esta actividad al aire libre es por las tardes, entre las 16:00 y 18:00 horas.

Salas recomienda que no sea exactamente al pie de la montaña, pero sí cerca.

“Ojalá que la mancha urbana no acabe con estos espacios. Son muy necesarios”, comentó Alfonso, un padre de familia, quien también acudió ayer al espacio de Valle Oriente con uno de sus hijos, quien corría divertido detrás del papalote.

En las jugueterías, supermercados y también internet se pueden conseguir estos surfeadores del viento en una infinidad de tamaños, formas y colores.

“Lo vimos en la tienda, lo compramos y quisimos venir a volarlo”, dijo Nelly Marroquín. Ella y su novio Rodrigo miraban fijamente lo muy alto que había llegado su cometa con forma de tiburón.

Hay desde modelos con personajes infantiles como “Rosita Fresita”, hasta otros muy novedosos de figuras como barcos piratas, mariposas o dragones en 3D y con casi dos metros de longitud.

Paulo Alvarado Bertha Gallegos, auxiliar de piso de la juguetería matriz de Julio Cepeda, indica que generalmente es el papá quien tiene la idea de comprar un cometa e incita a los niños a elegir uno.

LOS OTROS BENEFICIOS

@- Body:Además de diversión, volar un papalote en compañía de la familia promueve valores y actitudes positivas.

Los niños ponen mucho empeño y desarrollan habilidades como perseverancia, espíritu de competencia, organización y planeación para tener éxito en el vuelo de su cometa, considera Myrna Estela Rosas, terapeuta familiar con doctorado en psicología.

“Es una oportunidad para aprender el trabajo en equipo, la sensación de logro y asumir retos”, sostiene Rosas.

Este tipo de actividades al aire libre debidamente organizadas, agrega, tiene un papel importante en la unión familiar e impacta positivamente la educación de los pequeños.

“Es una tradición que es bonito conservar”, expresó Mario González.

Además es un buen ejercicio”, expresó al ver a sus hijos, Mario y Astrid, correr para lograr elevar el papalote rojo en forma de pájaro.