Papá enciende el fuego

(Agencia Reforma)

Se supone que el Día del Padre quien menos debería trabajar es papá, pero para qué negarlo: a la mayoría de ellos les fascina convertirse en chefs y preparar una rica carne asada. Ya que papá será el cocinero designado, la sorpresa sería que en su día la familia le obsequiara un asador y todos los utensilios que les harán más fácil esa labor.

Al dominio de las llamas, el varón se torna al mismo tiempo en cazador, proveedor y chamán, o por lo menos así justifican los especialistas la misteriosa pasión de los hombres por las parrillas.

“Desde la comunidad primitiva, la caza y la relación con el fuego son prototípicas de los caballeros”, dice Francisco Gutiérrez, especialista en comportamiento humano.

“El fuego era elemento ritual en la invocación de deidades, tratamientos de silencio y otras actividades en que sólo ellos podían participar”.

Con el tiempo, el fuego fue limitado a las labores de la casa, puesto en manos de las mujeres, hasta que llegó la parrillada.

“Las carnes asadas, parrilladas o barbacoas dieron a los varones occidentales la oportunidad de incorporarse a las actividades de la casa sin afectar su masculinidad”, continúa Gutiérrez.

El fuego, el alcohol y la atmósfera relajada -elementos de rigor en una parrillada- son así catalizadores sociales que permiten a los hombres cocinar, más que un trozo de carne, relaciones en su término justo.

La realización de una buena parrillada implica detalles como el uso del carbón o las maderas adecuadas, así como la aplicación de hierbas y especias que realzan las cualidades de los pescados y mariscos. Los cortes: aunque los cortes de carne varían de una región a otra y a veces reciben diferentes nombres, los siguientes pueden solicitarse en la mayoría de las carnicerías y resultan los idóneos para asar: arrachera, chuletón, costilla cargada o asado de tira en Argentina, rosbif en Inglaterra, punta de peinecillo o rib eye, t-bone, New York, filete, pecho y diezmillo.

No sólo carne

Los postres de frutas asadas son un dulce final para cualquier reunión al aire libre, especialmente si de parrilladas se trata.

La idea es aprovechar el calor de la brasa y el tiempo que se invierte al asar la carne para preparar un postre con sabor ahumado, mismo que intensifica el dulzor de la fruta.

¿Pero todas las frutas se pueden parrillar?

El chef Rodolfo Zavaleta, coordinador académico del Instituto Culinario de Monterrey, señala que la principal característica requerida es que tenga consistencia firme.

“Todas las frutas tienen un alto contenido de agua, su dulzor se intensifica cuando van a la parrilla porque contienen un gran porcentaje de fructuosa”, explica.

Son pocos los frutos que no se pueden parrillar, y no precisamente porque no se pueda, sino porque el proceso suele ser más complicado.

Básicamente, no son recomendadas las que no tienen consistencia por sí solas, que tienen demasiado líquido o son muy suaves como el mango muy maduro y el chicozapote.

Preparar postres de frutas asadas son propuestas distintas, fáciles de realizar, pero sobre todo muy frescas, pues si piensa que estas delicias no pueden mitigar el calor, basta con acompañarlas con nieve o menta para refrescar cualquier paladar.

Es importante que, además del asador, se compren los utensilios elementales, como unas pinzas panaderas para voltear la carne, un tenedor para asar, un cuchillo francés, carbón, charolas para preparar la carne y virutas de mezquite (si es asador de gas) para esparcir por encima de las piedras de manera que desprendan un olor a leña, hay que considerar que estos también pueden ser un buen regalo para papá.

La parrilla

Cúrela

Una parrilla nueva debe curarse. Esto puede hacerse con sebo de res y limón. Basta untar una capa de sebo seguida de limón, esperar a que se seque y repetir el proceso.

Antes de usarla

Frote con una cebolla a la mitad. Ésta retirará los restos adheridos, evitando que se pegue la carne o que adquiera un gusto raro. Trinche la cebolla con un tenedor o pinza y pase sobre la parrilla caliente.

Límpiela

Limpie con agua, nunca con jabón. No use los cepillos de alambre que se venden con este propósito, ya que remueven el curado. Utilice escobeta de plástico y talle suavemente.

El fuego

Carbón, leña y más

-Utilice leña si tiene experiencia, ya que crea un fuego vivo difícil de manejar, que sea encino blanco o quebracho. Para todos es bueno el carbón, nunca use líquidos para encenderlo, dejan un sabor raro.

Encendido 1

-Haga un tubo con una hoja de periódico. Doble las puntas para que quede en forma de U. Con el carbón, sosténgala, de manera que las puntas queden arriba. Dentro de los cilindros, vierta alcohol y encienda.

Encendido 2

-Haga bolas de papel periódico y empápelas con aceite de cocina. Colóquelas en el fondo y cubra con un poco de ocote. Sobre la madera acomode el carbón y encienda.

Temperatura

-Coloque la mano cerca de la parrilla y vea cuánto tiempo puede mantenerla. Esta tabla es una guía para calcular la temperatura.

1 seg.300°Cfuego muy alto

2 seg.260 a 360°Cfuego alto

3 seg.230 a 280°Cfuego medio alto

4 seg.200 a 260°C fuego medio

5 seg.145 a 200°C fuego medio bajo

6 seg.145°C fuego bajo