Para lucir más joven sin riesgos

Paloma Villanueva

Agencia Reforma

Los tratamientos que ofrecen desvanecer arrugas, quitar manchas y eliminar los depósitos de grasa para recuperar una imagen juvenil, pueden parecer sencillos, pero requieren la intervención de médicos expertos.

Ingrid López, dermatóloga miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología, explica que procedimientos como la aplicación de toxina botulínica, rellenos de ácido hialurónico, tratamientos con láser, mesoterapia o criolipólisis son efectivos, siempre y cuando sean realizados por dermatólogos o cirujanos plásticos.

“Son procedimientos francamente médicos. Algunos pacientes que van a spas, estéticas o gimnasios a realizarse estos procedimientos tienen suerte y no les pasa nada, pero a muchos otros los queman, les hacen úlceras, les dejan manchas”, advierte.

“Todo porque se dejaron llevar por alguien que les ofreció el tratamiento a menor precio”.

Explica que se requiere instrucción en anatomía para conocer las estructuras de la cara y la piel. Además, quien los aplique debe conocer las sustancias y sus riesgos, así como la programación de los aparatos.

Adán Fuentes, dermatólogo, señala que la toxina botulínica es una sustancia que se aplica en dosis pequeñas para paralizar parcialmente el músculo y desaparecer las líneas de expresión.

“El riesgo es aplicar una dosis mayor porque eso provoca una parálisis completa. El efecto adverso más común es la caída del párpado, que sucede cuando se aplica una dosis alta en los músculos de la frente”, comenta.

Otro efecto adverso es cuando se aplica mal cerca del ojo para borrar las llamadas patas de gallo.

Las zonas donde normalmente se aplica toxina botulínica es a la altura de los ojos, en el entrecejo y la frente, dice Fuentes, en los dos tercios inferiores de la cara la aplicación es de alto riesgo porque hay muchos músculos y, si se aplica en la zona equivocada, se puede afectar la capacidad para masticar o hablar.