Paternidad e indentidad masculina

Agencia Reforma

La imagen paterna se consolida con la presencia y el apoyo permanente a un hijo varón que necesita ejemplo. En México hay un déficit en el número de padres, según el último censo del INEGI y reportes del Consejo Nacional de Población (Conapo). Ambos organismos indican que en el País 25 millones 400 mil mujeres viven con sus hijos y sólo 20 millones 100 mil hombres “ejercen” su rol de padre, lo que significa que hay por lo menos 5 millones 300 mil madres cuyos descendientes tienen un progenitor ausente o que se “comparte” con otra familia. Los datos anteriores no indican que aunque los padres estén bajo el mismo techo que sus hijos sean cercanos a ellos. La Distancia @- Body:Así, el padre ausente o distante ha sido casi un espejo de nuestra cultura en niños criados en un medio femenino. Por otra parte, el camino hacia la identidad masculina ha pretendido ser señalado por pautas estrictas: ¿Cómo debe vestirse un hombre? ¿Cómo cortarse el pelo, comportarse frente a una mujer, hablar o moverse? También ha habido lugares donde se podía facilitar la transición del ámbito femenino al ámbito masculino: la pandilla, la cancha de futbol o las cantinas, que eran exclusivas para hombres, relación con tíos o abuelos cercanos. Hoy en día la construcción de la identidad masculina es más incierta y conflictiva debido a la ausencia de elementos como los anteriormente citados. De ahí que sea tan importante la buena relación padre e hijo y que tomemos conciencia de lo pernicioso que puede ser en estos momentos el modelo de padre ausente o distante. Sentimientos, Conductas, Preguntas @- Body:Un hijo que crece con un padre así, no se siente querido y se pregunta: ¿Qué hice mal que mi padre no me quiere? o ¿qué tengo yo de malo que mi padre no me quiere? Cuando estas no son conscientes, se intensifican sentimientos de culpa que en el niño o el joven son germen de comportamientos como dudas, inseguridades y profundos conflictos acerca de la propia masculinidad, rebeldías aparentemente inexplicables, conductas desafiantes, búsqueda de situaciones riesgosas y un largo etcétera. Cabe señalar que, principalmente el manejo del miedo, es especialmente conflictivo. Errores paternos comunes @- Body:Muchos padres tienen el prejuicio de que el niño debe ser “atendido” por su madre. Es deseable que la relación con el hijo comience apenas nace. Algunos tienen una relación cariñosa con el pequeño hasta que se transforma en adolescente y en esa etapa se alejan, dejan de besarlo o hacerle alguna caricia. Es como si la ternura no estuviera permitida entre varones, ni siquiera entre padres e hijos y el joven se siente bruscamente abandonado. Otras veces es el adolescente el que siente vergüenza del contacto físico con su padre y se retrae para no sentirse niño. Entonces el padre siente rechazo y se vuelve hostil. El padre siente decepción porque su hijo no sigue sus gustos y su modo de ser. Es muy fuerte el mito del heredero o del hijo que realizará el sueño paterno frustrado o que continuará con la tradición familiar. El padre critica la moda que sigue su hijo, su forma de hablar, su música e intenta inculcar que sus tiempos fueron mejores. En el extremo está el padre “amigo” que se mimetiza con su hijo, adopta formas adolescentes, no pone límites, le cuenta sus problemas y genera confusión. ¿Qué hacer? @- Body:No se sienta avergonzado por buscar información o consejo. Si la información no le basta, busque ayuda profesional. Ningún psiquiatra o psicólogo, puede decirle qué debe hacer, pero sí pueden ayudarlo a pensar. Si tiene dudas o está desorientado busque dónde asesorarse. Muchos hombres desestiman la psicoterapia al pensar que es para personas débiles. Hágale saber a su hijo que usted no está más tiempo con él porque trabaja para poder proveerlo y cuidarlo. Llámelo por teléfono desde su trabajo y si está divorciado, hágalo diariamente a la misma hora. Si es posible llévelo con usted a su trabajo; suele ser para los niños una experiencia inolvidable que le confiere sentido a muchas cosas. Aprenda a decirle a su hijo que lo quiere y si no puede escríbaselo. Valore lo que su hijo hace en el estudio, los deportes y su entretenimiento favorito. No lo juzgue ni lo critique. Si no comparte sus preferencias musicales no necesita aturdirse junto a él y hágale saber que sus gustos son distintos. Comprenda que su hijo vive en un mundo diferente, que no cumplirá con sus expectativas, que tendrá actitudes y pensamientos que no se parecen a lo que usted experimentó en esa edad. Muchas veces los hijos necesitan simplemente ser escuchados. Si usted no ha tenido un padre cercano, el ser padre será un gran desafío. Sin duda experimentará preocupaciones y temores, pero el construir una sólida relación con su hijo varón es la hermosa tarea de ayudar a labrar un alma masculina y descubrir nuevas formas de expresar el ser padre. El autor es psiquiatra y psicoanalista.