(Agencia Reforma)

Si no quieres que tu paseo se convierta en una pesadilla, sigue estos prácticos consejos. BAJO EL SOL Cuando un niño se sobreexpone bajo el sol su piel se enrojece provocándole ardor. No intentes arreglar el asunto con remedios caseros como almidón y leche de magnesia, sólo procura que su piel se hidrate de nueva cuenta a través de fomentos de agua tibia. Si el asunto es más grave y ya hay insolación, la cual se caracteriza por cansancio, dolor de cabeza, náuseas o pérdida de conocimiento, retira al niño de la fuente de calor, asegúrate de que tenga pulso y que respire, además colócale fomentos de agua tibia en la frente para que disminuya su temperatura; bríndale muchos líquidos, en especial sueros como son el Pedialite, o Gatorade o en su caso un vaso con agua y dos cucharadas de azúcar. No olvides llevarlo al médico para que sea él quien valore la gravedad de la situación. EN EL MAR… Si no hay salvavidas en la playa en la que te encuentras y un niño se está ahogando dentro del mar, sácalo y recuéstalo en la playa, revisa que tenga pulso y respire colocando tus dedos índice y medio en la vena carótida (cuello) para checar su pulso, y colocando tu oído en su nariz para saber si respira. Si identificas que no respira, llama de inmediato a una ambulancia y mientras arriba procura brindarle ventilación de salvamento que consiste en tapar con tus dedos la nariz mientras soplas en su boca, cada tres segundos, hasta completar un ciclo de 12 insuflaciones. ASFIXIA En este tipo de asfixia los pacientes aún pueden hacer movimientos e incluso realizar algún sonido o emitir alguna palabra. Si el objeto ya no se encuentra en la boca hay que tranquilizarlo, inclinarlo hacia enfrente, pedirle que respire profundo y tosa fuertemente para provocar que el aire almacenado en pulmones y estómago ayude a expulsar el objeto con este movimiento. Graves o totales En este tipo de obstrucción el paciente no respira bien y no puede emitir sonidos y se llevará las manos alrededor del cuello para indicar que está ahogándose. Si es pequeño, arrodíllate detrás de él, entrelaza tus manos, colócalas dos centímetros arriba del ombligo y has movimientos hacia adentro y hacia arriba hasta que arroje el objeto. De no hacerlo, activa de inmediato el servicio médico y auxílialo en lo que éste llega. PICADURAS Antes de salir de día de campo, deberás saber si tu hijo es alérgico a la picadura de algún insecto, como las abejas o avispas. De no serlo, sólo retira el aguijón que estos animales dejan en la piel y enfría la zona con hielo envuelto en una manta y dentro de una bolsa de plástico.