Tía Remedios

María de Jesús García

Agencia Reforma

Quieren

enjaretarle hijo

Hola, Tía Remedios. Lo que pasa es que me encontré a una chica de 28 años, nos hicimos novios, ya llevábamos un mes y todo iba bien hasta que en un día inesperado me dijo que está embarazada de su antiguo novio y, claro, me enojé mucho. La situación es que ella me pide que nos juntemos y que acepte el bebé como si fuera mío, pero yo no sé qué hacer. Por favor, Tía Remedios, requiero de ti el mejor consejo que me puedas dar.

Cesarín, 18 años, comerciante.

¡Hooola!, querido Cesarín, ¿si el antiguo novio no quiso cumplir con su responsabilidad de haber engendrado un hijo, por qué tienes que hacerlo tú? Eres un chavo de 18 años y ella está al borde del tercer piso, y la edad es lo de menos, pero un embarazo es lo de más. Estás en una etapa de tener noviazgos, no de ejercer una paternidad que no buscaste. Creo que difícilmente estarías listo para ser pareja, así que mucho menos podrías hacerte cargo de un hijo que no es tuyo. Y me parece que la mujer está tratando de salir del paso por su metida de pata, aprovechándose de tu novatez y de la nalga que seguramente ya te dio. Insisto, si el verdadero padre simplemente salió por patas, ¿por qué tienes que hacerte cargo de un chavito cuando no estás listo para ello? Habla con la mujer y dile que busque al papá de su hijo y que lo obligue a hacerse responsable de la manutención del chavito. Ella eligió embarazarse y tendrá que cargar con el paquetito que se organizó. Porque supongo que sí sabe que existen anticonceptivos y el condón, y optó por no usarlos o no exigirlos. Y tú ponte buzo con tus noviazgos y aplícate en el uso del condón.

Drama adolescente

Hola, Tía Remedios. Hace dos años terminé con una novia, a la cual amé demasiado, al punto de casi entregarme a ella para que supiera todo mi amor. Pero como en todas las relaciones, no funcionó, no fui lo que ella quería y por eso me siento muy triste, deprimido, y sin ganas de estar con nadie. Creo que me enamoré tan fuerte que no puedo olvidarla; a veces intento tener otra relación, pero no duro mucho tiempo, bueno, aparte de mi carácter complicado. Mi mamá dice que ella se llevó todo lo más bonito de mí, mi alegría, y que desde que ella se fue me volví amargado, pero es que no entienden que era todo para mí, era la mujer que yo quería hacer feliz; incluso tenía muchos sueños de casarme, irme a vivir con ella, pero no fue así. Ahora, sólo me queda la esperanza de ver si algún día vuelve, aunque ya no lo soporto, me siento mal y sin ánimos de vivir, sólo vivo para estar con mi familia. Ojalá, Tía, me pueda dar un sabio consejo, como todos lo que da y espero su respuesta ya sea un domingo o un lunes. Muchas gracias por su valioso tiempo.

Sergio R, 16 años, estudiante.

¡Hooola!, querido Sergio. Si hace dos años fue que ocurrió tu intenso amor, ¡entonces tenías sólo 14 años!, tus planes de casarte con ella y hacerla feliz son sólo la fantasía que podías construir a esa edad, pero muy lejos de la realidad que al final ocurrió: Ella tenía otros planes y no podía amarte como tú a ella y no pudo ver en ti a alguien de largo plazo. Eso es parte de la vida. A veces queremos más de lo que pueden querernos y al revés, también ya lo has vivido al no poder corresponder a otras chavas que se han cruzado en tu vida. Y deja de esperar que vuelva, eso no va a pasar. Y te informo que nadie puede robarte nada sin tu autorización. Dices que ella se llevó tu alegría, pero no es así. Tú has decidido dejar de ser feliz y has decidido culpar de ello, y de todo lo desagradable que te pasa, a la chava que ya no está en tu vida.

Te propongo que dejes de culpar a la chava por todo lo que no ocurrió y que empieces a agradecer el tiempo que compartieron juntos y las cosas bonitas que seguramente pasaron entre ustedes. La etapa por la que estás pasando se llama adolescencia y en ella ocurren muchos cambios de humor como la tristeza, el desánimo y hasta el mal humor, no necesariamente provienen del noviazgo que no salió como esperabas.

Sé paciente y date la oportunidad de enamorarte de nuevo, pero no le entregues tu existencia a nadie. Hazte responsable de lo que sientes y aprende que tu felicidad es tu responsabilidad, no de otras personas.

Ni siquiera tus papás son responsables de que seas feliz o no, eso es sólo asunto tuyo.