Divorciados pelean como perros y gatos por su mascota

Divorciados pelean como perros y gatos por su mascota

Por SUE MANNING

Cada día más parejas se pelean como perros y gatos en las cortes para definir quién se queda con sus mascotas cuando se divorcian.

Los casos de custodia que involucran a mascotas están aumentando en Estados Unidos.

En un sondeo realizado en 2006 por la Academia Estadounidense de Abogados Matrimoniales (AAML), una tercera parte de los participantes dijo que los casos de custodia de mascotas aumentaron notablemente en 2001. La academia, integrada por 1.600 miembros, está a punto de sacar un nuevo sondeo, pero no hay duda que desde entonces estos casos han aumentado, dijo Ken Altshuler, quien trabaja en Portland, Maine, y preside la AAML.

Si hay un niño involucrado en un divorcio, muchos jueces dejarán a la mascota con el menor, dicen los abogados.

“¿Pero qué sucede cuando la mascota hace las veces de hijo?”, pregunta Altshuler.

Las separaciones entre personas del mismo sexo, uniones civiles y asociaciones domésticas son las principales razones por las que las batallas por la custodia de las mascotas se han vuelto comunes, de acuerdo con los abogados.

Los casos de peleas por la custodia animal han crecido hasta 15% en los últimos cinco años en su oficina, dice el abogado David Pisarra de Santa Mónica.

Y él es su mejor ejemplo. Comparte la custodia de Dudley, un dachshund estándar de pelo largo color café con negro, con su ex, quien se volvió a casar y le presentó un “hermanastro” a Dudley.

El consultor de mascotas Steven May contrató a Pisarra hace seis años, cuando se divorció. Además de una hija, May y su ex cónyuge se dividieron la custodia de tres perros, dos gatos y Tequila, el perico.

Pisarra y May se volvieron buenos amigos y con frecuencia sacan a pasear a sus perros en Santa Mónica. También hicieron equipo el año pasado para escribir el libro “What About Wally?” (¿Qué hacemos con Wally?), que trata sobre la custodia compartida de las mascotas con una ex pareja.

Las mascotas son consideradas propiedad en prácticamente todo Estados Unidos. Por años han sido repartidas como muebles en el proceso de un divorcio. Pero los tiempos están cambiando.

“Los jueces los están viendo más parecidos a los niños que como muebles de comedor. Están reconociendo que las personas tienen apegos emocionales hacia sus animales”, explicó Altshuler.

“Hay una conciencia que está cambiando”, indicó Pisarra. “Las mascotas están recibiendo mayor consideración bajo la ley”.

Hoy más personas tienen mascotas que antes y las consideran parte de la familia y no sólo una pertenencia, dijo Silvana Raso, abogada familiar en la firma legal Schepisi &McLaughlin, en Nueva Jersey.

“Las personas hoy no se avergüenzan de pelear por la custodia de una mascota. En el pasado pudieron quedarse al margen porque la sociedad realmente no consideraba que una mascota fuera diferente de cualquier otro accesorio en su vida”, agregó.

Cuando se separaron Pisarra y Jay Redd, quien escribió la introducción del libro, se pusieron de acuerdo en compartir a Dudley.

“No hay ley que reconozca las visitas a un animal”, dijo Raso, por eso las parejas deben resolverlo juntas.