¿Sientes estrés? Cómo afrontarlo

Reconocer el estrés en tu vida es el primer paso para controlarlo.

¿Sientes estrés últimamente? No eres la única persona, y tampoco la única persona que ignora ese estrés o lo considera parte de “la rutina diaria”.

Es natural sentir tensión o agobio cuando te enfrentas a una situación nueva o difícil. Pero el estrés no debería quedarse y convertirse en parte de tu experiencia diaria. Cuando lo hace, puedes empezar a aceptar el estrés como parte de la vida.

El estrés puede acumularse rápidamente. Minimizar el estrés en tu vida puede hacer que te resulte difícil reconocer el verdadero peso de la carga que llevas.

Es importante reconocer las fuentes de estrés en tu vida y hablar de ellas con personas de confianza. Puede ayudarte mucho a manejar el estrés de forma más eficaz.

Abril es el Mes de la Concienciación sobre el Estrés y es un buen momento para explorar el estrés en tu vida. Aprovecha este mes para encontrar recursos de apoyo y practicar nuevas formas de gestionar el estrés del que no puedes librarte por completo.

Sigue leyendo para saber más sobre los distintos tipos de estrés y los efectos del estrés crónico. Además, obtén consejos y recursos para gestionar el estrés continuo.

Estrés positivo frente a estrés negativo

El estrés se produce cuando nos enfrentamos a un acontecimiento o situación amenazante. El entorno, la genética y los antecedentes traumáticos pueden influir en la forma de experimentar el estrés.

Parte del estrés es natural y no siempre es malo. Forma parte de la respuesta de lucha-huida-congelación, un rasgo evolutivo de supervivencia que ayuda al organismo a responder al peligro.

Algunos investigadores dividen el estrés en dos categorías:

  • Estrés positivo, también llamado eustrés.
  • Estrés negativo, también llamado distrés.

Estrés positivo

El estrés positivo puede animarte a alcanzar objetivos, a superar problemas y a desarrollar tu capacidad de recuperación.

Puedes experimentar estrés positivo cuando:

  • Esfuerzas tu cuerpo físicamente con tipos de movimiento nuevos o más intensos.
  • Pruebas algo nuevo, como aprender un oficio o un hobby o visitar otro país.
  • Trabajas en un proyecto profesional o personal que le suponga un reto.
  • Empiezas una nueva etapa de tu vida, como irse a vivir con tu pareja o ser padre o madre.

Estrés negativo

El estrés negativo, también llamado angustia, puede dejarle agotado física y mentalmente. Con el tiempo, puede resultarte más difícil resolver los problemas o centrarte en la vida cotidiana.

El estrés negativo puede deberse a:

  • Dificultades o conflictos en las relaciones
  • Problemas familiares o de crianza
  • Problemas laborales
  • Problemas económicos
  • Problemas de salud física y mental
  • Muerte o pérdida de un ser querido
  • Acoso o abuso

Señales de estrés

El estrés puede manifestarse tanto en el cuerpo como en los pensamientos y sentimientos. Algunas señales frecuentes de estrés son:

  • Dolores de cabeza
  • Músculos doloridos o tensos
  • Dolor en el pecho
  • Fatiga y problemas para dormir
  • Inquietud y dificultad para concentrarse
  • Dificultad para recordar cosas
  • Sentimientos de desesperanza, desesperación o depresión
  • Problemas digestivos, como náuseas y dolor de estómago
  • Cambios en el deseo sexual
  • Menos interés por dedicar tiempo a aficiones o a los seres queridos
  • Aumento de la irritabilidad o la ira

Efectos del estrés crónico

El estrés crónico o continuado hace que el organismo se mantenga en un estado de excitación. En lugar de poder relajarse y descansar, es posible que te sientas nervioso y alerta ante cualquier nueva amenaza que pueda surgir.

Pero el cuerpo no está hecho para permanecer en estado de alerta. Esta respuesta al estrés puede afectar a tu salud y bienestar.

Entre los problemas de salud relacionados con el estrés crónico se incluyen:

  • Hipertensión arterial
  • Cardiopatías
  • Insomnio
  • Problemas digestivos
  • Cáncer
  • Mala salud inmunitaria
  • Asma

El estrés crónico también puede influir en la salud mental, como la ansiedad, la depresión y los trastornos por consumo de sustancias.

Manejar el estrés en tu vida

El estrés puede adoptar muchas formas, tanto grandes como pequeñas.

Algunas situaciones estresantes, como un plazo de entrega inminente o un desacuerdo con un familiar, pueden resolverse por sí solas. Otras situaciones estresantes, como la enfermedad de uno de los padres o los problemas con un compañero de trabajo, pueden tener un impacto más duradero.

Reconocer los desencadenantes del estrés y elaborar un plan para afrontarlos puede ayudar. Tal vez no puedas deshacerte de todas las fuentes de estrés, pero puedes protegerte de sus efectos.

Prueba estos consejos:

  • Construye un sistema de apoyo: Pasar tiempo con tus seres queridos y compartir tus pensamientos puede ayudarte a sentirte menos solo.
  • Añade algo de movimiento a tu día: La actividad física puede reducir la tensión muscular y mejorar la respiración. El ejercicio puede liberar endorfinas, hormonas que ayudan a aliviar el estrés. Pruebe cualquier movimiento que le guste, como bailar, caminar, hacer yoga o estiramientos.
  • Prueba técnicas de atención plena y relajación: La respiración profunda, las imágenes guiadas, la meditación, los ejercicios de atención plena y colorear pueden ayudar a reducir los efectos del estrés.
  • Dedica tiempo a la risa: Disfrutar de un buen chiste, de tu podcast cómico favorito o de un programa de televisión divertido puede ayudar a aliviar el estrés. La risa también puede reforzar la salud inmunitaria, mejorar el humor y aliviar la tensión muscular.
  • Escucha algo que te reconforte: Tu música relajante favorita también puede ayudarte a relajarte. Si no te gusta la música, también puedes probar con tu audiolibro favorito.
  • Escribe tus pensamientos: Llevar un diario también puede ayudar a reducir el estrés. Dedica 10 o 15 minutos al día a anotar en un diario tus pensamientos, sentimientos, objetivos y retos. También puedes utilizarlo para hablarte a ti mismo en positivo, otra forma de controlar el estrés.

Más recursos

Independientemente del tipo de estrés al que te enfrentes, tienes opciones para obtener ayuda.

El estrés puede provocar una crisis de salud mental o pensamientos suicidas. Si te sientes abrumado y necesitas ayuda ahora mismo, puedes ponerte en contacto con la Línea 988. La Línea 988 es gratuita y ofrece apoyo confidencial 24 horas al día, 7 días a la semana, cualquier día del año.

Los asesores de la Línea 988 pueden escuchar tus preocupaciones y ayudarte a encontrar recursos locales.

Otros recursos para gestionar el estrés: