¡Nos Quedamos Sin Agua!

Sophia Vackimes, Oficina de Respuesta a Emergencias, Ciudad de Bellevue

Hace unos dias, se publicó un estudio gubernamental considerando la posibilidad de que, al ocurrir un temblor magno (7.0 o más) en el área de Seattle, podría resultar afectado el suministro de agua para varias ciudades aledañas. Esto se debería no solamente a la fuerza de un terremoto que se presupone va a azotar la región en los próximos años, pero también a la vejez de la infraestructura que suministra agua a varios millones de residentes en el área costera del estado. El resumen del estudio identifica el potencial de daño a la infraestructura de los sistemas de distribución del agua en la región y recomienda estrategias que diferentes agencias gubernamentales deben adoptar con respecto a los riesgos que presentaría un incidente similar a los terremotos catastróficos que sucedieron en Nueva Zelanda y en Japón. Estas recomendaciones incluyen la mejora de sistemas e infraestructura, nuevas construcciones y la implementación de estrategias para la respuesta ante un siniestro como este.

No cabe duda que el evento sería alarmante debido a su magnitud. Pero no son solamente las agencias gubernamentales las que tendrán que planear soluciones a corto y largo plazo para subsanar infraestructura débil o vieja así como para crear nuevos códigos locales que requieran la construcción de estructuras que puedan resistir un evento magno. Nosotros los ciudadanos de toda la región debemos de estar atentos a todas estas estrategias pero también tenemos que planear a nivel familiar y personal que es lo que debemos de hacer para poder contrarrestar los estragos que causaría un evento como este. En caso de un suceso catastrófico no será suficiente quedarnos en casa esperando a que alguien nos ayude. Es preciso que todos hagamos conciencia de los riesgos que podría representar una situación donde nos quedemos completamente aislados por varios días.

Es cuestión de números. Luego de un cismo, en áreas metropolitanas como Seattle, Bellevue, Tacoma, con la red de carreteras que las conectan completamente cerradas por el atascadero de vehículos o quizá porque se han caído puentes y bloqueado carreteras sería prácticamente imposible que los servicios de emergencia pudieran asistir a todos y cada uno de los ciudadanos que estuvieran en una situación difícil. Si por ejemplo, nos quedáramos sin electricidad por un par de semanas, no tendríamos acceso a comida fresca. Si el suministro del agua fuera afectado, pudieran pasar varias semanas hasta que pudiéramos tener acceso a agua para tomar, cocinar bañarnos, o inclusive para utilizar el inodoro. Sería mucho peor si por ejemplo se fuera la electricidad y no hubiera agua.

Estas situaciones no son algo que nunca sucede. Basta solamente con ver las noticias alrededor del país para darnos cuenta de lo catastrófico que puede resultar un evento natural como lo son terremotos, huracanes, tsunamis, fallas eléctricas, etc., etc. Cuando estas situaciones suceden azotan a toda una población. Es casi seguro que todas las personas que habitan una región serán afectadas de una manera u otra. Si bien es cierto que no podemos contrarrestar todos estos males, el estar preparado para contrarrestar los efectos de ellos de manera general es mucho mejor que no hacer nada al respecto.

Y aquí vuelvo al asunto del agua. Hay que tener agua almacenada en casa y en el automóvil. No es asunto fácil, muchos de nosotros vivimos en departamentos pequeños donde no cabe un alfiler más. Pero si esto es real, quizá debemos comenzar a desechar aquellos regalos de navidad que no acabamos de utilizar nunca. También debemos de sacar toda esa ropa que no utilizamos y quizá donarla a la caridad. Luego, los zapatos que solo sirvieron para un baile, y que nos lastiman. Todo fuera. Poco a poco va apareciendo espacio debajo de la cama donde podemos almacenar agua en botellas de galón. Estas las debemos hacer circular para que no exponernos a beber agua conservada en plástico contaminante. Hay también métodos más sofisticados para almacenar agua y los venden en las tiendas de campamento. ¿Cuánta debemos tener? Para comenzar el gobierno federal recomienda … un galón (cuatro litros) por persona por día por dos semanas por lo menos. También existen unos recipientes que no contienen tóxicos y que se almacenan unos encima de otros (se llaman Watebrick o ladrillos de agua), y es conveniente tener popotes especiales que filtran agua que contiene sedimentos.