Nuestro Trabajo, Nuestra Herencia

Las contribuciones que los inmigrantes han hecho a nuestro país están bien documentada

Por Tom Perez

Esta semana tuve el privilegio único de dar la bienvenida a 45 nuevos americanos como ciudadanos de EE.UU. durante una ceremonia de naturalización aquí en el Departamento de Trabajo. Como hijo de inmigrantes – y en mi caso, de la República Dominicana – el día fue especialmente emocionante para mí, ya que vi reflejadas muchas cosas de mis padres en las personas que se convirtieron en nuevos ciudadanos.

Esas 45 personas tienen 45 viajes, y no pude dejar de pensar en el viaje de mi propia familia hacia los Estados Unidos. Mi abuelo materno tuvo una distinguida carrera de servicio público en el gobierno dominicano hasta que Rafael Trujillo se hizo con el poder en 1930. Mi abuelo se opuso a la dictadura asesina de Trujillo y fue declaradopersona non grata. Fue exiliado del país que amaba y al que dedicó su vida de servicio. Es así como mis padres comenzaron una nueva vida en los Estados Unidos.

Mi familia empezó a hacer contribuciones notables en sus comunidades y para su nuevo y amado país. Mi querido tío Hugh se enorgullecía de mostrar las heridas que sufrió en la Segunda Guerra Mundial mientras luchó por Estados Unidos. Mi padre entró como inmigrante legal en el Ejército de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial y salió como ciudadano de pleno derecho. Él dedicó su corta vida al cuidado de los veteranos de nuestra nación en el hospital de veteranos de Búfalo. Ese deseo de servir a sus compatriotas estadounidenses también impulsó a mis cuatro hermanos a seguir carreras de medicina.

Las contribuciones que los inmigrantes han hecho a nuestro país están bien documentadas. Los inmigrantes han estado sirviendo con distinción a esta nación desde la Guerra Revolucionaria. Los inmigrantes representan casi el 17 por ciento de la fuerza laboral de EE.UU.; constituyen el 18 por ciento de todos los propietarios de negocios; y tienen el doble de probabilidades con respecto a los ciudadanos nacidos en Estados Unidos de registrar patentes. El 40 por ciento de las mayores compañías americanas fueron fundadas por inmigrantes o por sus hijos. Debemos recordar siempre que somos una nación fundada, construida y sostenida por inmigrantes.

Este mes estaré pensando en mis padres y en mis tíos, así como en mis hijos. Al igual que yo, han sido bendecidos por haber nacido en esta nación de inmigrantes que tanto hace posible para las personas que quieren trabajar duro y hacer la diferencia. Sigo tan comprometido como siempre a ayudar a que más hispanos alcancen el Sueño Americano.