Presentan queja conjunta contra DHS en nombre de mujeres embarazadas detenidas por ICE

Grupos informan condiciones inhumanas, atención médica inadecuada e Incumplimiento de la política del organismo que limita la detención de Mujeres Embarazadas

Northwest Immigrant Rights Project (NWIRP) y otras organizaciones de derechos humanos y civiles presentaron una queja administrativa ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en nombre de mujeres que están o estaban embarazadas y detenidas por ICE. Las conclusiones de la queja incluyen informes de mujeres actualmente detenidas y anteriormente detenidas que ilustran el incumplimiento por parte de ICE de su propia política de limitar la detención de mujeres embarazadas; condiciones de detención inhumana; y atención médica inadecuada.

La política de ICE prohíbe la detención de mujeres embarazadas, excepto en los casos en que se aplica la ley de detención obligatoria o en “circunstancias extraordinarias”.

Varios de los ejemplos de casos señalados en la queja parecen estar en violación directa de la política de ICE negar o retrasar la liberación de las mujeres embarazadas, así como su incapacidad para proporcionar a las mujeres embarazadas la atención médica necesaria.

Teresa es una mujer de 31 años que ha estado bajo custodia inmigratoria desde el 23 de julio. Ella informa que no recibió atención médica después de informar a los funcionarios de inmigración que estaba embarazada de cuatro meses y que experimentaba dolor y sangrado severos. En cambio, fue transferida del CBP a la custodia de ICE, donde actualmente permanece detenida. A pesar de haber sufrido un aborto involuntario en detención y repetidas solicitudes para su liberación, ICE ha declinado liberarla. Ella sigue experimentando dolores de cabeza, pérdida de peso y otros problemas médicos graves.

Laura es una mujer de 24 años de Honduras. Ella y su hija de cinco años han sido detenidas en un centro de detención familiar por más de 18 días. Tiene aproximadamente dos meses de embarazo. Su embarazo anterior resultó en un aborto involuntario y ella teme que el estrés extremo, la ansiedad y la depresión que ella está experimentando actualmente en la detención pueden hacerla abortar otra vez.

La detención es profundamente estresante. Para las mujeres embarazadas en particular, la detención crea graves riesgos para la salud y muchas mujeres tienen necesidades médicas específicas y a veces complejas que normalmente no se pueden abordar en un entorno de detención.

La denuncia insta al DHS a “realizar una investigación rápida y exhaustiva de los casos” ya “investigar e informar sobre los pasos que ICE ha tomado para implementar y supervisar sus políticas”.