Sophia Vackimes, Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton

Muchos de nosotros ya nos encontramos con que los vidrios de nuestros automóviles han amanecido congelados. Nos desesperamos queriendo correr al trabajo y no nos damos el tiempo suficiente para quitarle todo el hielo a las ventanas. Hoy me sucedió eso a mí. Iba a dar un curso en Seattle muy de mañana, y no podía meterme al coche hasta que terminara de quitar la fina capa de blanco que estaba sobre toda su superficie. Me llevó casi diez minutos, y llegué tarde a mi compromiso.

Es difícil acostumbrarse a nuevas situaciones y el clima es una de ellas. Como crecimos en otros lugares no calculamos estos cambios. Pero acá ha comenzado a bajar la temperatura muchísimo y si no llueve, hiela. Por ello tenemos que aprender a tomar precauciones de temporada. El no ser precavido puede ser peligroso y podemos causarle mal a otros. Hay que buscar tener con qué removerle el hielo al automóvil, hay que calentarlo antes de partir, también tenemos que asegurarnos de manejar con precaución porque muy de mañana las calles y carreteras también están recubiertas de hielo y podríamos patinar perdiendo el control del vehículo y estrellándonos.

Algunas precauciones que podemos tomar esta temporada son: poner atención a los avisos de tormenta que aparecen en el radio, la televisión y en línea. Cuando hay vientos fuertes se incrementan los efectos del viento, el agua, y la nieve, si no estamos acostumbrados a lidiar con esto puede ser peligroso. Cuando manejamos y hay nevada, la visibilidad disminuye considerablemente y no podemos ver más allá de unos cuantos metros. Asimismo, las temperaturas pueden bajar súbitamente cuando hace viento por lo que no es mala idea el tener calentadores de manos y abrigos o cobijas a mano en caso una emergencia. Los calentadores no son caros y se consiguen en las tiendas de dólar o en las de herramientas o deportes. Son unos sobres pequeños que no se abren, se aplastan los contenidos y, por medio de una reacción química, producen calor. Estos son útiles tanto en el auto como en casa, y sobre todo para los niños, aunque hay que cuidar que no ingieran los contenidos. También hay que recordar que la combinación del viento frío y la humedad son peligrosos. No hay que olvidar que si no estamos bien cubiertos nos exponemos a quemaduras de la piel. También es una buena idea tener arena en el automóvil por si nos quedamos atascados y queremos darle algo de tracción a las llantas. Y claro, hay que tener un raspador para retirar la nieve congelada del parabrisas y las ventanas del auto. Si no, no podremos ir a ningún lado.