Una Maid en Manhattan

Alma Elizondo

La Raza del Noroeste

Marisa escucho a Yaya diciendo que Sara era la autora intelectual del tiroteo, como era de suponerse Cristóbal no le creyó ni media palabra y hasta la mando por un tubo. Marisa toda aguitada termina con el porque no confía en ella y él esta enojado con ella por que esta harto de sus berrinches. Los del hotel tuvieron la brillante idea de recibir a Sara como todo una heroína de cuento y le toco a Marisa ser la vocera y aventarse un discurso mareador sobre su eterno agradecimiento, pero bien que se dejo caer con su discurso en doble sentido, lastima que el novio no se dio cuenta. A Marisa casi la dejan como salsa de tomate en la calle y conoce a nuevo galán.