Amigable para la familia

Enrique Ávila

Agencia Reforma

MONTERREY, NL .- En nuestro programa de pruebas de mediano plazo, toca el turno a la Pathfinder de Nissan.

Es un vehículo muy amigable en su operación, en donde a pesar de su amplio equipamiento, todo es tan lógico que no es difícil operar ninguno de sus sistemas, a diferencia de otras camionetas en las que prácticamente es un requisito checar todo el manual del propietario y a veces ni así se les entiende.

Su motor es uno de sus grandes aciertos porque es muy silencioso en el manejo moderado y además muy ahorrador de combustible, hasta pareciera que es una fuente de poder de 4 cilindros; pero en cambio, cuando se requiere pisar el acelerador con decisión, por ejemplo para incorporarnos a una circulación, sale a relucir su potente motor de 6 cilindros.

Su fuente de poder es un motor de 3.5 litros y 6 cilindros que entrega 260 caballos de fuerza y va conectado a una transmisión Xtronic CVT, la que sustituye los engranes por un cinturón metálico que evita los cambios de marcha y elimina la pérdida de potencia, obteniendo hasta un 30 por ciento de ahorro en combustible, según estimaciones del fabricante.

La comodidad de su interior es tan destacada que una familia no tarda en acostumbrarse a ella, los asientos son amplios y bien acojinados; además Nissan se ha destacado en los últimos años por hacer vehículos con generosos espacios para piernas, en especial en la segunda fila de asientos, y esta camioneta no es la excepción.

Donde el espacio sí es más limitado, es en la tercera fila de asientos, la que no estamos seguros que resulte precisamente cómoda para un viaje largo por carretera a pesar de tener respaldos reclinables, pero sí resulta útil cuando se requiere transportar personas extras en la ciudad.

El asiento del conductor es eléctrico de ocho vías, deslizable y reclinable, con ajuste de altura y soporte lumbar memorizado.

El del copiloto es eléctrico de cuatro vías, deslizable y reclinable. Ambos cuentan con calefacción y aire acondicionado regulable desde unas perillas de fácil operación en la consola central.

El sistema de entretenimiento es uno de los aciertos del modelo, en especial cuando los chicos quieren ver películas en las pantallas instaladas en las cabeceras de los asientos delanteros.

Y gracias a que se incluyen un par de audífonos inalámbricos, mientras ellos ven sus películas o disfrutan de un videojuego, los padres pueden escuchar su música preferida en las plazas delanteras, pues el sistema permite hacerlo de manera independiente.

El vehículo cuenta con un útil Centro de Información Multifuncional, que mantiene siempre al alcance todo dato importante sobre el vehículo como presión de las llantas, consumo de combustible, tracción, entre otros datos. Posee un disco duro de 9Gb, reconocimiento de voz, vistas 2D y 3D, guías de carril y controles al volante.

La unidad cuenta con un sistema de cámaras que permiten visualizar una imagen de 360 grados del entorno para maniobras de estacionamiento, simulando que el vehículo es visto desde las alturas.

Este sistema de principio pareció algo burdo, costó acostumbrarnos, pero al paso de los días uno empieza a conectarse más con la imagen, resultando al final bastante útil y hasta imprescindible.

Todo va bien en la Pathfinder, nada le ha sonado ni dolido ni dejado de funcionar, lo único es una especie de “cabeceo” que apareció al ir despacio en una subida y dar vuelta, fue algo así como que la transmisión se confundiera y dudara.

El rango de precios de las diferentes versiones de Pathfinder arranca en los 458 mil 900 pesos y termina en los 586 mil 300 para la versión AWD como la que tenemos a prueba.