Alberto Bortoni

Agencia Reforma

Después de tener al Fiesta por unos meses, Ford ha decidido prestarnos al hermano mayor del subcompacto, al Focus. El objetivo es el mismo, ver cómo es la vida con el Focus como coche de uso diario e incluso llevándolo a alguna salida a carretera y probar su comportamiento y versatilidad o falta de ella.

El Focus que tenemos a prueba es uno de los modelos con equipamiento un poco fuera de lo común. Es un modelo de cinco puertas, pero con transmisión manual en lugar de automática y con el equipo de confort del modelo equipado, pero sin el sistema Sync y con los rines de 16 pulgadas en lugar de los de 17.

Afortunadamente Ford maneja todo el equipamiento de seguridad básico en todas las versiones de Focus. Y eso de básico es realmente un decir pues está bastante completo e incluye frenos antibloqueo, control de tracción y de estabilidad y seis bolsas de aire que esperamos no probar.

Quizá excluyendo al sistema Sync y al sistema de sonido Sony, no extrañamos ni los rines ni la transmisión automática.

Aunque los rines de 16 pulgadas son sin duda más agradables estéticamente y en una conducción deportiva seguramente tendrán una mejor respuesta, los rines de nuestro modelo son más cómodos en el pavimento maltratado y no hay que andarlos cuidando tanto como los rines con neumáticos de menor perfil.

En cuanto a la transmisión manual, ésta sí requiere de más actividad por parte del conductor, pero no es de ninguna forma incómoda.

El embrague es suave, y aunque no es perfectamente lineal, se tiene una buena retroalimentación en el pedal. Además la acción de la palanca es precisa, y las relaciones han sido bien calculadas, de tal forma que se tiene una gran flexibilidad en las relaciones intermedias para evitar la necesidad de cambiar constantemente, incluso en medio del tráfico.

Por alguna razón, seguramente de mercado, Ford no ofrece la transmisión manual en las versiones equipadas del Focus.

En cuanto a la motorización, todos los Focus que actualmente se ofrecen en México cuentan con el motor de 2 litros de desplazamiento.

Es un motor moderno, que aunque no hace del auto un bólido, sus 160 caballos de fuerza y 146 lb-pie de torque son suficientes para moverlo rápidamente en cualquier situación.

Además promete un buen nivel de rendimiento, quizá no tan bueno como el que teníamos con el Fiesta, pero el aumento de tamaño y de prestaciones podrían hacer que valiera la pena.

En espacio interior seguramente no tendremos quejas. Es suficiente para cuatro adultos cómodamente y hay espacio de cajuela para el ocasional viaje de fin de semana.

Y si se requiere de más espacio tendremos las bondades propias de los modelos hatchback, que con los asientos abatidos será suficiente para casi cualquier situación.

Las expectativas para el hatchback compacto de Ford son altas; no podrían ser de otra forma considerando que se trata de un modelo equipado y un tanto costoso.

El precio del Focus en versión cinco puertas es de al menos 265 mil pesos; en la versión más equipada el precio sube a 307 mil. Y es probable que éste sea el mayor inconveniente que le encontremos a nuestro pequeño hatchback azul.