Muere la reina del pop Whitney Houston

NEKESA MUMBI MOODY

LOS ANGELES (AP)

Whitney Houston, quien reinó en la música pop hasta que su majestuosa voz e imagen fueron destrozadas por el consumo de drogas, su comportamiento errático y su tumultuoso matrimonio con el cantante Bobby Brown, falleció a los 48 años.

La muerte de Houston se dictaminó la tarde del sábado en una habitación del cuarto piso del hotel Beverly Hilton, dijo el teniente de la policía de Beverly Hills Mark Rosen. “No hay señales de crimen”, dijo.

Se desconoce la causa del deceso, dijo la publicista de Houston, Kristen Foster. El fallecimiento de Houston se produjo la noche previa al máximo espectáculo de la industria musical, los premios Grammy. En la cima de su éxito, Houston fue la chica dorada de la música.

Desde mediados de los años 80 hasta finales de los 90, fue una de las artistas con mayor venta de discos.

Deslumbró al público con interpretaciones vocales naturalmente poderosas que tenían sus raíces en iglesias de negros pero que hizo apetecibles para las masas al darles un brillo pop.

Su éxito la llevó más allá de la música, al cine, donde protagonizó éxitos como “El guardaespaldas” y “Waiting to Exhale”. Tenía la voz y la imagen perfectas: una hermosa cantante de gran atractivo pero nunca demasiado sexual, que mantuvo perfecto aplomo.

Influyó a una generación de jóvenes cantantes, desde Christina Aguilera hasta Mariah Carey, quien cuando debutó sonaba tan parecido a Houston que muchos pensaban que era ella.

Pero hacia el final de su carrera, Houston se convirtió en una impresionante advertencia sobre el impacto de las drogas. Sus ventas se desplomaron y dejó de producir éxitos; su imagen serena fue destrozada por un comportamiento salvaje y extrañas apariciones públicas.

Confesó que abusaba de cocaína, marihuana y píldoras, y su impecable voz se tornó ronca y áspera, incapaz de alcanzar las notas a las que llegaba en sus mejores tiempos.

“El mayor demonio soy yo. Puedo ser mi mejor amiga o mi peor enemigo”, dijo Houston a Diane Sawyer de la cadena ABC en una entrevista en el 2002, junto a su entonces esposo Brown. Fue una caída trágica para una superestrella que llegó a ser una de las artistas pop más exitosas de la historia, con más de 55 millones de discos vendidos sólo en Estados Unidos.

Houston pareció haber nacido para la grandeza. Era la hija de la cantante de gospel Cissy Houston, prima de la diva pop de los años 60 Dionne Warwick y ahijada de Franklin. Empezó a cantar de niña en la Iglesia Bautista Nueva Esperanza en Newark, Nueva Jersey.

El domingo por la mañana, en la iglesia, un par de tarjetas de condolencia fueron colocadas en la reja de la entrada.

“A la mejor cantante de todos los tiempos”, decía una, atada a un pequeño ramillete de flores frescas. Durante su adolescencia, Houston le hizo coros a Chaka Khan, Jermaine Jackson y otros, al tiempo que trabajaba como modelo.

Houston lanzó su primer álbum en 1985, “Whitney Houston”, que vendió millones y produjo un éxito tras otro.

“Saving All My Love for You” le mereció su primer premio Grammy, a la mejor cantante pop femenina.

Los sencillos “How Will I Know”, “You Give Good Love” y “The Greatest Love of All” también se convirtieron en hits. Otro disco multiplatino, “Whitney”, salió en 1987 con éxitos como “Where Do Broken Hearts Go” y “I Wanna Dance With Somebody”.

Su decisión de no seguir las inflexiones más conmovedoras de cantantes como Franklin fueron criticadas por algunos que consideraron que le estaba restando importancia a sus raíces negras para cantar pop y llegar al púbico blanco. Las críticas fueron un constante estribillo gran parte de su carrera.Incluso fue abucheada durante los premios Soul Train en 1989.

“A veces se reduce a eso”, le dijo a la periodista Katie Couric en 1996.“No eres lo suficientemente negra para ellos. No sé. No eres lo suficientemente R&B. Eres muy pop.El público blanco te ha apartado de ellos”.

Algunos vieron su matrimonio en 1992 con el ex miembro de New Edition y cantante soul Brown como un intento por rebatir esas críticas.

Parecía una unión extraña; ella era considerada una princesa pura del pop mientras él tenía una imagen de niño malo, y ya tenía hijos por su cuenta. (La pareja tuvo una hija, Bobbi Kristina, en 1993). A través de los años, Brown fue arrestado varias veces, bajo cargos que van desde conducir ebrio o drogado hasta no pagar manutención infantil.

Pero Houston dijo que sus verdaderas personalidades no eran tan distintas como muchos creían. “Cuando uno ama, uno ama.

¿Dejas de querer a alguien porque tenga una imagen diferente? Bobby y yo básicamente venimos del mismo lugar”, dijo a la revista Rolling Stone en 1993.

Pasaron varios años hasta que el público vio el lado “sucio” de Houston. Su emotiva interpretación del himno estadounidense en el Super Bowl de 1991, en medio de la Guerra del Golfo Pérsico, la reafirmó una vez más como la novia de Estados Unidos.

En 1992 se convirtió en una estrella en el mundo de la actuación con “El guardaespaldas”. Pese a reseñas mixtas. También le dio quizás uno de sus éxitos más memorables: una abrasadora e sensacional interpretación de “I Will Always Love You” de Dolly Parton.

Volvió a la gran pantalla en 1995-96 con “Waiting to Exhale” y “The Preacher’s Wife”, ambos con sus respectivas bandas sonoras, y con otro exitoso disco de estudio.

Houston se sometió en dos ocasiones a rehabilitación antes de declararle a Winfrey que estaba libre de drogas en el 2010. Houston tenía previsto volver al cine con una nueva versión del clásico “Sparkle”. El rodaje del filme, protagonizado por la ganadora de “American Idol” Jordin Sparks, terminó recientemente.