Aqueja a niños mal de adultos

Natalia Vitela

Agencia Reforma

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que antes sólo presentaban los adultos, sin embargo, cada vez es más frecuente que niños y adolescentes padezcan esta enfermedad, que provoca que la esperanza de vida se acorte.

“Un reporte del Hospital Infantil revela que entre 1990 y 2007 el número de casos nuevos de diabetes en niños y adolescentes se multiplicó cinco veces. Hace unas décadas dábamos por hecho que la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes no existía porque era muy rara”, asegura Fernando Laredo Sánchez, médico internista del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI.

El especialista indica que la diabetes tipo 2 es una enfermedad compleja causada por múltiples factores. Los más importantes tienen que ver con una alimentación inadecuada y la falta de ejercicio. Se ha incrementando el consumo de azúcares y grasas saturadas, precisa. “En animales de experimentación, como las ratas, la combinación de una dieta rica en azúcares y grasas saturadas produce diabetes en un plazo corto”.

Además, los niños y adolescentes cada vez son más sedentarios y pasan horas frente a la televisión o la computadora.

Esto ha provocado que 4 millones de niños entre los 5 y 11 años tengan obesidad y la padezcan 5 millones de adolescentes entre los 12 y 19 años, según datos de la Secretaría de Salud, indica Laredo Sánchez y aclara que la obesidad conduce a la diabetes.

Los genes

De acuerdo con José Alberto Rojas, director del Centro Especializado en Diabetes, se trata de un fenómeno nuevo que tiene como causa principal el mosaico genético que se ha ido creando en el País. En la actualidad cada vez es más frecuente que generaciones siguientes de papás y mamás que no tienen diabetes, estén presentando este padecimiento. “Al momento de unirse, la genética que venía guardada de papá y mamá, genera este mosaico anormal. Existe una teoría poligénica que explica que existen varios genes que se están presentando de forma constante en nuestra población y son los que están dando el problema. Uno de los genes que están más relacionados con diabetes tipo 2 en personas más jóvenes es el gen ABCA1. Éste fue descrito en el 2000”, afirma. Rojas explica que el estilo de vida está relacionado con el desarrollo de diabetes, pero más aún la información genética.

“La alimentación inadecuada y el sedentarismo sirven como disparadores, pero ya se trae en los genes, los cuales están dormidos y se expresan ante el consumo de cierto tipo de alimentos y el sedentarismo. Los mexicanos integran desde muy temprano a su dieta productos de origen animal en forma indiscriminada. “Hay niños de año y medio que ya están comiendo chicharrón o carne de cerdo”.

Dice que existe un fenómeno denominado lipotoxicidad que se relaciona con la exposición a ácidos grasos libres provenientes de la carne. “La lipotoxicidad como la glucotoxicidad y la resistencia a la insulina son lo que hacen que el islote pancreático se vaya deteriorando, causan muerte acelerada del islote pancreático”, explica.

Advierte que las principales complicaciones que presentan los diabéticos son a nivel cardiovascular. A partir de que la persona presenta diabetes vivirá de dos a dos décadas y media más. Si la presenta a los 15 años, a los 35, a los 40 ya presentará enfermedades del riñón, amputaciones, problemas de la vista, advierte Laredo Sánchez.

Tratamiento

Los niños y adolescentes deben apegarse a un plan adecuado de alimentación, el cual debe ser prescrito por un especialista en nutrición. Asimismo tienen que realizar ejercicio y deben ser medicados con metformina.

“Con los planes de alimentación y ejercicio, así como con la metformina muchos de ellos corrigen, salen bioquímicamente de la diabetes entre los primeros 12 y 18 meses de tratamiento. “Si no los medican no les va bien. A mucha gente le tiembla la mano para dar el antidiabético al niño cuando lo está necesitando”, menciona. Asegura que pueden hacer su vida normal siempre y cuando mantengan todas sus variables lo más normal posible.

“El control fino de la diabetes depende del diabético, de que comprenda esta enfermedad, que la entienda y logre un buen control”, asegura Laredo Sánchez.

Los niños y adolescentes con diabetes requieren apoyo psicológico, afirma, pues cuando les restringen la comida, si no están consciente de la enfermedad creen que es un castigo y empiezan a tener momentos de rebeldía, que expresan suspendiendo el tratamiento y se ponen en riesgo. Es difícil que entiendan que no pueden comer sus antojos y tienen que bajar de peso.

Menos grasas, más vegetales

José Alberto Rojas, director del Centro Especializado en Diabetes, asegura que la alimentación que los niños reciben desde que están en el útero de la madre es fundamental. De acuerdo con el internista Fernando Laredo Sánchez, si un niño desarrolla diabetes a los 15 años significa que estuvo mal alimentado desde que nació. “Esa no es responsabilidad de él sino de sus padres”.

“Una dieta alta en vegetales y baja en grasas y en azúcares simples. Con una cantidad moderada de proteína animal, de preferencia pescado y pollo; res y cerdo de vez en cuando”, dice Laredo Sánchez.