Caso de Clinton: no hay cura para su dolencia cardíaca

Clinton no ha sufrido un ataque cardíaco y ha hecho todo lo que debía desde su operación de desvío coronario, llamada también "bypass"

Bill Clinton ha vuelto a nacer, pero no existe una cura para la dolencia cardíaca que en dos ocasiones ha bloqueado las arterias del ex presidente de Estados Unidos.

Tratamientos como el cuádruple desvío coronario al que fue sometido Clinton en el 2004 duran de promedio una década. Luego los vasos sanguíneos utilizados para establecer desvíos en torno a las arterias cegadas comienzan a cegarse.

Uno de esos bloqueos envió el jueves a Clinton al hospital. En lugar de hacer un nuevo desvío, los médicos abrieron la arteria original cegada y colocaron dos cánulas, mediante la angioplastia.

La cánula intraluminal coronaria, conocida como “stent”, es un dispositivo autoexpandible de malla metálica, utilizado para mantener abierta una arteria después de que es destapada en un procedimiento de angioplastia.

Los médicos insertan las cánulas mediante una incisión en un vaso de la ingle, hasta alcanzar la arteria bloqueada, antes de inflar una especie de globo para aplanar la obstrucción. Luego, deslizan el “stent” en ese lugar.

Empero, el mandatario seguramente volverá a necesitar el procedimiento, dijeron los especialistas.

“Vemos a personas que vienen con algo así cada cuatro o cinco años. Básicamente es un reacondicionamiento”, opinó el doctor Cam Patterson, jefe de cardiología de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Los sorprendente es que el mal no acorta la vida del paciente ni le da un mal pronóstico, dijo el doctor William O’Neill, cardiólogo y decano de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.

“He practicado 10 ó 15 en un solo paciente a lo largo del tiempo” y siguen gozando de larga vida porque no sufren un ataque cardíaco ni daños, agregó.

Clinton no ha sufrido un ataque cardíaco y ha hecho todo lo que debía desde su operación de desvío coronario, llamada también “bypass”: comer adecuadamente, hacer ejercicio, vigilar su colesterol y presión arterial, dijo su cardiólogo, el doctor Allan Schwartz, del Hospital Presbiteriano en Nueva York.

“Esto no fue el resultado de un estilo de vida o de su dieta”, dijo Schwartz el jueves por la noche en una conferencia de prensa. “Desde el bypass, “ha hecho todo lo que debía”.