Silvia Garduño,

Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- El triunfo de Donald Trump fue una posibilidad que en todo momento contempló el Gobierno mexicano. “Siempre fue una posibilidad que ganara uno u otro. Era un escenario que habíamos contemplado a lo largo de la campaña”, aseguró la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu ante medios de comunicación. “Lo importante es la oportunidad que se abre con una nueva Administración”, añadió. La Canciller destacó que el Gobierno mexicano cuenta con tres meses, hasta que Trump tome posesión el próximo 20 de enero, para trabajar con el equipo de transición del republicano y encontrar coincidencias, tales como mayores oportunidades de crecimiento y la construcción de una frontera segura. Además, dijo, en estos tres meses seguirá trabajando con la Administración de Barack Obama, pues será parte del andamiaje que dará cauce a la relación con el nuevo Gobierno. Ruiz Massieu afirmó que entre más próspero sea México, más próspero será Estados Unidos. La funcionaria resaltó que la estrategia que impulsó la Cancillería en los últimos meses no estaba encaminada a influir en el proceso electoral, sino a desplegar una actividad de largo plazo, sistemática y sistémica, para tener un diálogo más cercano y veraz con la sociedad estadounidense. “Es un esfuerzo que no se agota con la elección”, mencionó.