Creando Líderes

Reflexiones

La Raza del Noroeste

Creemos que como la mayoría de hispanos, nos sentimos orgullosos cuando vemos a un buen líder hispano en nuestra comunidad. Alguien que no solo puede dirigir a las personas, sino que tiene ideas innovadoras que podrían resultar en una transformación positiva para las personas.

Lastimosamente no hay muchos líderes hispanos en puestos claves dentro de nuestra región, con esto nos referimos a dirigentes en organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, entre otras; puestos que podrían significar un mayor desarrollo de nuestra población.

Es importante, muy importante diríamos; dirigentes de nuestro origen pueden en muchos casos entender con una mayor amplitud las necesidades del pueblo. Con esto no queremos restarle importancia al liderazgo que personas de otras nacionalidades pueden aportar; pero no cabe duda que un líder hispano que ha vivido experiencias similares a otros hispanos podría brindar una amplitud al discurso público.

La historia de la página seis habla sobre un líder comunitario, su nombre es Antonio Morales, un señor que vio una necesidad en la comunidad de Kent.

La necesidad es que los padres estén informados sobre el sistema educativo, que va desde como entenderlo a como apoyar a sus hijos en sus estudios. Y sus talleres incluyen orientación para los estudiantes.

Morales vio una necesidad, la entendió, y buscó una manera de suplirla.

Lo tiene que hacer?

No, esto no es un trabajo, pero el señor Morales parece haberlo entendido como un compromiso moral, y su acción es notable.

Como padres, queremos que nuestros chamacos lleguen a la universidad, queremos verlos realizados, pero muchas veces pensamos que con mandarlos a la escuela es suficiente, y esto no es así de sencillo.

Morales, quien ha sido director escolar, ha dicho en numerosas ocasiones que el aporte de los padres es de suma importancia en el desarrollo académico del jóven.

Si no invertimos aunque sea unos minutos los fines de semana para saber como van nuestros hijos en la escuela, no esperemos grandes cosas. El trabajo abarca nuestro tiempo en este país, pero si venimos aquí, como la mayoría que dejamos a nuestros familiares en tierras lejanas, para que nuestros hijos sean mejores, invirtamos tiempo en ellos. Asistamos a talleres como el de Morales, es gratis, es en día sábado y son tan solo dos horas.

Fomentemos el liderazgo en nuestros hijos, hagamos de ellos los líderes del mañana, que ayuden y sean modelos de otros jóvenes hispanos en nuestra región.