El precio de la vida

Reflexiones

La Raza del Noroeste

Dicen que el secreto de la felicidad es trabajar en lo que nos gusta. Es decir, el secreto es que tengamos un trabajo que no parece trabajo para nosotros y que nos paguen por ello.

Y hay que ser sinceros. No todos nosotros lo conseguimos. Lo importante al final del día, es pagar las cuentas.

Por eso es importante la pelea de los agricultores. Ellos tienen un trabajo difícil por una mala paga.

Los que digan que deberían de estar contentos de que tengan trabajo, entonces no tienen idea de lo que es contar los centavos para saber si se puede acabar la leche o si se debe de dejar los huevos. Peor, cuando se tiene que decidir si se compra tenis para los niños o se repara el carro necesario para viajar al trabajo.

El problema esta en los empleadores que están tan acostumbrados a tener su dinero y creen que los tiempos no han cambiado desde que ellos empezaron a trabajar. Antes, el dinero tenía mejor poder adquisitivo, pero esto ha cambiado.

Nomas acuérdese cuanto costaba comprar un dulce y un refresco cuando salía de la escuela y cuanto tiene que pagar hoy.

Se debe de llegar a un equilibrio donde empleadores puedan dar un salario digno a sus trabajadores para el beneficio de todos.

Se debe de ver lo que los campesinos en Burlington puedan conseguir. Al parecer, ya ganaron una pelea al haber logrado que le regresaran el trabajo a un campesino y hacer que mejoren las cosas, pero todavía falta mucho por hacer.

Y no en los campos sino en otras empresas que siguen dando salario mínimo aun con el aumento de impuestos, comida y de hasta la gasolina.

Los empleadores deberían de saber que un salario que nos de tranquilidad de saber que tendremos dinero para pagar cuentas, dar comida y techo a nuestra familia nos hará mejores trabajadores y hasta nos hará querer seguir en ese trabajo.

Porque la verdad es, que cuesta más dinero buscar y entrenar a un nuevo empleado para reemplazarnos.