Haz la tarea…revisa su vista

PALOMA VILLANUEVA

Agencia Reforma

Dificultades para leer o escribir, problemas con las matemáticas, inconvenientes en la práctica de deportes o dificultad para relacionarse con otros niños son algunas de las señales que pueden indicar que un escolar sufre un problema visual.

De ahí la importancia de realizar un diagnóstico a tiempo.

Un niño que se desenvuelve en el ambiente académico con habilidades visuales pobres puede sufrir fatiga, tiempos cortos de atención, evasión del trabajo y funcionamiento lento, explica Norma Sandoval, optometrista adscrita a la AMFECCO.

El problema de visión más común en los niños en edad escolar es el astigmatismo, condición en que la visión cercana o lejana de los objetos se torna borrosa o distorsionada.

Otras afecciones son la miopía, padecimiento en el que los objetos cercanos se ven claramente pero los distantes se ven borrosos, y la hipermetropía, condición en la que pasa exactamente lo contrario, de lejos la visión es buena pero de cerca no.

Los problemas de enfoque -que no permiten al alumno cambiar rápidamente de foco del pizarrón al libro o viceversa-, son algunos de los defectos en la visión que más afectan las habilidades que necesitan los niños en el aula.

La dificultad para usar ambos ojos al mismo tiempo obliga al niño a realizar un esfuerzo excesivo y obstaculiza el proceso de información visual, mientras que los problemas para controlar los movimientos de los ojos es un problema que se manifiesta con la necesidad de usar el dedo para señalar las palabras que se van leyendo.

De acuerdo con la asociación es común que el uso de lentes o programas de terapia visual resuelvan estas dificultades.

No obstante, un problema de visión que no es atendido a tiempo puede desencadenar en ambliopía, explica la optometrista, que es cuando un ojo, aún con la mejor corrección óptica, ya no alcanza el rendimiento que debería tener.

“Digamos que ese ojo se vuelve ‘flojo’, es una de las consecuencias más graves y está considerado como causa de discapacidad visual”, alerta.

Para evitar que tus hijos tengan que lidiar con problemas visuales que dificulten su estadía y aprendizaje en la escuela, la especialista recomienda hacer una primera evaluación de la vista desde que son recién nacidos y repetirla cada seis meses para estar seguros de que su sistema visual se está desarrollando de manera óptima.

Una vez que se detecta algún problema de visión en los escolares, el siguiente paso es lograr que el niño acepte usar los lentes cotidianamente.

Frecuentemente, el uso de anteojos en edad escolar puede desatar la burla de los compañeros de clase y con ella la negación del niño a utilizarlos, sin embargo, hay herramientas que pueden ayudar a tus hijos a sobrellevar estos problemas, asegura Sandoval.

La optometrista señala que es primordial explicarle al niño qué pasa en sus ojos, por qué no ve bien y por qué es importante que utilice lentes.

Si se presenta algún tipo de burla, el niño debe saber que no es diferente por utilizar lentes y que, como él, seguramente muchos de sus compañeros de clase no ven bien pero no se atreven a decirlo.

José Gerardo Núñez, psicoterapeuta con experiencia en niños, apunta que el papel de los maestros es crucial en esta etapa para hacer entender a los alumnos que usar lentes no hace diferente a un estudiante y para fomentar el respeto y la tolerancia entre compañeros.

“Es muy importante que el profesor se tome el tiempo para explicar a todos acerca de la necesidad de algunos niños de usar lentes y que ningún niño está totalmente exento de usarlos. Que todos podríamos necesitarlos en algún momento, incluso cuando seamos mayores, y que todos los niños, usen lentes o no, pueden convivir igual”, explica.

Otra estrategia que puede jugar a favor de la salud visual y emocional de tus hijos es que el armazón o el tipo de lentes que utilizan le gusten.

“El hecho de que el niño pueda elegir el armazón de los lentes, que se le permita ver diferentes opciones y escoger, e incluso la posibilidad de cambiarlos más adelante también influye mucho en la propia aceptación y en que socialmente se sienta cómodo”, abunda.

Sin embargo, si el uso de anteojos es causa de bullying constante en contra de tus hijos y han terminado por guardarlos en el cajón, existe la alternativa de que usen lentes de contacto desde muy temprana edad, dependiendo de la condición que tengan.

Señales de alerta

Los indicadores para detectar que un niño tiene problemas de visión varían de acuerdo a la etapa del desarrollo.

Lactantes y bebés

-No responden a los estímulos como la luz

-Los objetos con muchos colores no llaman su atención

-No mantiene la atención en un objeto llamativo

-No mira directamente a las personas o a los objetos

Preescolar y primaria

-Se acerca demasiado a los objetos. A los libros, por ejemplo, para poder leer

-Se frota los ojos constantemente

-Sus ojos se enrojecen después de fijar la vista cierto tiempo en un lugar específico como el pizarrón

-Tiene problemas para enfocar cuando está lejos del pizarrón