Hispanas en la fuerza armada

Cindy Arriola

La Raza del Noroeste

A la edad de 24 años, Letty Tun, tomó la decisión de su vida, al ingresar a la infantería de marina. Esa decisión la llevó hasta Japón.

“Estaba buscando un reto. Quería saber como era [estar en la marina]”, dijo Tun. Ella tenía un amigo, quien había sido soldado y le platicaba sobre sus experiencias. “Yo también quería tener esas experiencias y esos retos”, agregó.

Tun, de padres yucatecos, pasó cuatro años de su vida en la marina. Y auque dijo que nunca experimentó el racismo por ser hispana, ni por ser mujer, ella siempre se preguntó porqué habían oportunidades dentro de las fuerzas armadas que eran solo para hombres. Una de estas oportunidades exclusivas para ellos, era el unirse a la unidad de combate. La exclusividad fue abolida el jueves de la semana pasada, cuando se anunció que las mujeres tendrán el derecho de unirse a estas unidades.

“Siempre me he preguntado: que hace la vida de una mujer más valiosa que la de un hombre, ¿porqué solo ellos pueden estar en la línea de fuego?” Tun dijo, que la vida de las mujeres corre peligro, aunque no estén en la línea de fuego. Ella recuerda cómo bombas suicidas detonaban por dondequiera y sus compañeras mujeres morían.

Bajo el anuncio hecho el jueves pasado, la oficina de servicios militares tendrá hasta el año 2016 para pedir excepciones especiales para aquellas posiciones que quieren que permanezcan cerradas para las mujeres.

Pero el Secretario de Defensa, Leon Panetta habló sobre una nueva ética que permitirá a cualquier soldado aspirar a cualquier puesto, para el cual él o ella llenen los requisitos para llevarlo a cabo.

“Yo creo que el militar es más efectivo cuando el éxito está basado únicamente en las calificaciones y el desempeño”, dijo Panetta en una conferencia de prensa hecha pública.

Lourdes Alvarado-Ramos, directora de Asuntos de los Veteranos en el estado de Washington, se unio al ejercito buscando oportunidades educativas. “Me fue bien, mira hasta donde e llegado”, dijo ella.

Con respecto al anuncio ella dijo que las mujeres han estado combatiendo desde el principio. Ella dijo que tanto los hombres como las mujeres están rodeados de peligros.

Alvarado-Ramos, quien es de Puerto Rico, estuvo en el ejército estadounidense durante 22 años, ella ingresó a los 18 años. “Las mujeres que están capacitadas para estar en esta unidad, deberían tener la oportunidad de formar parte de ella”, dijo Alvarado-Ramos.

Durante la guerra en Iraq y Afganistán, Alvarado-Ramos dijo que aproximadamente unas 67 mujeres habian muerto en combate. Aunque no hay un conteo del número de mujeres hispanas en las fuerzas armadas, el reporte hecho por los servicios militares en el 2008 dijeron que en el ejercito el 5.5% era hispano; en la marina 5.8%; en la fuerza aérea 3.7%. El Buró de Referencia de Población publicó que el número de mujeres hispanas en las fuerzas armadas ha incrementado más rápido que el número de hombres.

“Creo que es un buen empuje hacia la igualdad”, dijo Tun, quien ahora es veterana. “Durante los entrenamientos no existe la distinción de sexo, se espera que todos realicemos los mismos ejercicios físicos, ejercicios de combate, sin importar si eres una mujer o un hombre.”

Ella dijo que le hubiera gustado formar parte de la unidad de combate. “Uno sabe que en cualquier momento puede morir, cuando has sido enviado en una misión, pero sabes que estas sirviendo a tu país”.

El anuncio de permitir a las mujeres combatir probablemente cambiara la composición del equipo que lidera el ejército, ya que el haber estado en combate es crucial para escalar a puestos de alto rango.