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El viernes, el Demócrata Jay Inslee aseguró la victoria para la gubernación de Washington, venciendo a su contrincante Republicano Rob McKenna, luego de una campaña con un costo de 40 millones de dólares.

McKenna admitió su derrota el viernes por la noche, luego de que las boletas electorales tardías no estaban a su favor, como había previsto su campaña.

Inslee, un antiguo congresista que se postuló por primera vez para la gubernación en 1996, le dió la victoria a su partido, que lleva tres décadas de mando en el gobierno estatal.

Inslee le agradeció a McKenna por lo que él describió como una conversación telefónica agradable el viernes por la noche y agregó que el estado necesita unirse para enfrentar los desafíos del día a día.

Inslee ganó bajo un mensaje de crecimiento económico, prometiendo invertir en áreas específicas como la energía sostenible y ciencias de vida. También enfatizó sus metas de hacer que el gobierno sea más eficiente y que él podría balancear el presupuesto estatal sin implementar nuevos impuestos.

A pesar de su mensaje moderado en este estado, con tendencia democrática, Inslee tuvo un rendimiento inferior, comparado al Presidente Barack Obama, quien ganó en el estado por 12 puntos porcentuales. Inslee iba ganando el viernes por un margen de 51-49.

De los 12 periódicos diarios del estado, 11 de ellos endorsaron a McKenna, y hasta la Gobernadora Demócrata Chris Gregoire había expresado sus dudas sobre la promesa de Inslee de financiar la educación sin incrementar los impuestos. Sin embargo, ella apoyo la candidatura de Inslee.

McKenna también se había perfilado como moderado, con un plan para incrementar el financiamiento para la educación. El candidato se vió obligado a explicar por qué él se unió a otros procuradores generales, para desafiar la ley de salud de Obama, y él se opuso a la aprobación del matrimonio gay, durante un año en el que los votantes de Washington lo aprobaron.

La campaña de McKenna se mantuvo con la esperanza que las boletas tardías se inclinaran a favor de ellos. Pero muchos condados que publicaron los resultados el viernes por la noche mostraron que McKenna no iba avanzando. Luego de ver los números el viernes, McKenna admitió la derrota.

Randy Pepple, quien manejó la campaña de McKenna, dijo que ellos tuvieron problemas en parte por el bajo rendimiento en el estado del candidato presidencial de su partido Mitt Romney.