Migrantes hondureños cruzan frontera con Guatemala

Por SONIA PÉREZ D., Associated Press

Agua Caliente, Chiquimula, Guatemala (AP) — Con una mochila al hombro, sudorosos bajo el sol, unos 2.000 hondureños llegaron el lunes a la frontera de Guatemala en busca de alcanzar su “sueño americano”. Cantando el himno nacional de Honduras, rezando, y gritando “¡sí se puede!” y “Honduras te amamos, vamos a Guatemala y México”, los migrantes no cedieron paso en su objetivo a pesar de que las autoridades guatemaltecas dieron la orden de no permitir su ingreso al país. Silvestre Maldonado, agente de la Policía Nacional Civil de Guatemala, dijo a los migrantes que debían respetar las leyes. “Vamos a hacerlo en forma ordenada. No se tapen la cara porque si no, si se están convirtiendo en delincuencia”. Una voluntaria calculó alrededor de 2.000 la cantidad de personas y cientos más podrían unirse. Tras permanecer unas dos horas en la frontera con Guatemala, los migrantes hondureños, que superaban en número a la policía, empezaron a caminar y los uniformados no pudieron hacer mucho para detenerlos. Las patrullas de policía se limitaron acompañar la caravana algunos kilómetros dentro de Guatemala.

“Tenemos derechos” decían los viajeros. Los migrantes esperan atravesar suelo guatemalteco y mexicano con el objetivo de hacerse de una nueva vida en Estados Unidos. A su paso por Guatemala, algunos policías y varios vecinos les entregaron agua fría para tratar de combatir el calor; otros utilizaban sus vehículos para llevarlos unos kilómetros de su marcha. Keilin Umaña tiene 21 años y está decidida a seguir adelante. Un bebe en su vientre fue su motivación, dice. Tiene dos meses de embarazo y está separada del padre de su hijo. Es enfermera, pero no puede vivir en Honduras debido a la situación de violencia que padece en su país.

“A mi casa nos llegó una nota donde decía que no podía quedarme, que tenía que irme, sino me iban a matar”, explica. “Estuve escondida un tiempo, es porque tengo este tatuaje en la mano, no es de pandillas, mire, es el nombre de mi papa y mi mamá”, dice mientras muestra su brazo.

Los migrantes esperan llegar a la ciudad de Esquipulas en el departamento de Chiquimula, en Guatemala, donde algunos planean dormir para continuar su marcha el martes.