No es garantía

Cindy Arriola

La Raza del Noroeste

“Es difícil que un estudiante indocumentado sea exitoso”, dijo Pedro Núñez, el primer joven que se dirigió a la congresista demócrata Suzan DelBene, para contarle su experiencia como joven inmigrante.

Núñez, junto a otros cuatro estudiantes le dijeron a DelBene porque la Acción Diferida, que entro en vigor por medio del poder ejecutivo del presidente en agosto del 2012; no es suficiente para que ellos se sientan tranquilos y puedan acceder al sistema de educación superior.

“La Acción Diferida no provee una seguridad”, dijo Leobardo Carmona, un joven mexicano nacido en Oaxaca. El estudiante graduado con honores de Everett High School, dijo que soñaba con asistir a la Universidad de Washington en Bothell. Al aplicar por becas, el joven pudo recibir 12,600 dólares, algo que él dijo solo costearía su educación por un año en la universidad. Entonces Carmona decidió usar ese dinero para pagar dos años en el Colegio Comunitario de Everett.

“El hecho de ser indocumentado, limita mis recursos”, dijo él.

Y es que los jóvenes amparados bajo la Acción Diferida no tienen derecho de aplicar para la ayuda financiera federal. Ellos únicamente pueden aplicar a becas privadas donde el ser residente o ciudadano no es un requisito.

La abogada de inmigracion en Seattle, Marie Higuera, dijo que el ser beneficiario de la acción diferida no le da un status legal a la persona. “La acción diferida es una decisión a discreción por parte de DHS (Departamento de Seguridad Nacional) en contra de una persona por un periodo de tiempo”, dijo Higuera en un correo electrónico. “La acción diferida no altera el status migratorio existente del individuo y no provee un camino hacia la legalización”.

Ray Corona, quien dirige el reclutamiento de personas diversas en la Universidad de Washington-Bothell, dijo que él pudo recibir empleo luego de ser amparado por la acción diferida. Corona dijo: “el otro año se vence mi permiso, ¿y entonces que voy a hacer?”

Unos 356,000 jóvenes han obtenido beneficios por la acción diferida a nivel nacional.

DelBene, quien representa al primer distrito, que cubre la mayor parte de los condados Whatcom, Skagit y Snohomish, dijo favorecer una reforma migratoria integral.

“No podemos ver solo una parte [del tema migratorio]. Estos estudiantes tienen familias que también son afectados”, dijo ella.

Molly Ormsby, directora asociada de admisiones en la Universidad de Washington Bothell, dijo que la universidad no puede extenderles toda la ayuda que quisieran a los estudiantes indocumentados.

La universidad cuenta con un programa llamado Husky Promise el cual le garantiza a cada estudiante que su status financiero no será un obstáculo para que ellos reciban una educación. De acuerdo a la página web de la escuela, si un estudiante es admitido a la universidad y es de escasos recursos, la universidad promete pagarle su educación. Sin embargo, la única manera de ser elegible es cuando un estudiante llena la aplicación para ayuda financiera federal. Cualquier dinero que no es cubierto por las becas federales, la escuela lo cubre. Pero la única manera de ser elegible es siendo un residente o ciudadano.

Tania Santiago, una estudiante de último año en la Universidad de Washington Seattle, dijo que la Acción Diferida le permitió salir de su trabajo como mesera a trabajar en un bufete de abogados. Pero ella al igual que sus compañeros le preguntaron a la congresista que pasará una vez que la Acción Diferida expire.

Al concluir la reunión, la congresista hizo mención a lo importante que es asociar un rostro con los temas migratorios.

“No es suficiente ver datos, ayuda escuchar como las políticas afectan a las personas y sus vidas, para que lo podamos entender mejor”, dijo.