DALBADI, Pakistán (AP) — Cuadrillas de rescate trataban de asistir el miércoles a miles de personas afectadas por un terremoto de magnitud 7,7 en el suroeste de Pakistán, mientras la cifra de víctimas ascendía a 285 muertos y 373 heridos.

El área se estremeció con tal fuerza el martes que se formó una pequeña isla visible desde las costas del sur del distrito de Awaran en la provincia de Baluchistán, donde miles de personas perdieron sus viviendas.

Por lo menos 285 personas murieron y otras 373 resultaron heridas en el sismo, informó la Autoridad Nacional de Emergencias en una declaración.

La lejanía del lugar del siniestro y la escasa infraestructura obstaculizan los trabajos de rescate.

Muchas personas murieron al desplomarse sus viviendas.

En el pueblo de Dalbadi, uno de los que registraron mayores daños, Noor Ahmad dijo que estaba trabajando cuando comenzó el terremoto y corrió hasta su casa pero cuando llegó vio que se había desplomado, matando a su esposa e hijo.

Ahmad relató que sacó los cuerpos de ambos de entre los escombros y ayudó a otros familiares que están heridos. “Estoy desconsolado, perdí a mi familia”.

Hombres mujeres y niños se refugian en albergues improvisados. Aunque los doctores atienden a algunos, la escasez de medicinas y personal hace que la mayor parte de la atención se concentre en dar alivio a las víctimas.

“Ha sido muy difícil llegar a las áreas afectadas más remotas”, dijo Jan Mohamed Bulaidi, vocero del gobierno provincial.

El portavoz dijo haber visto escenas terribles de gente que perdió sus extremidades y necesitaban ser enviados a las ciudades de Queta, la capital de la provincia, y Karachi, en el mar Arábigo.

Imágenes tomadas por The Associated Press en el pueblo de Kaich muestran la devastación causada por el movimiento. Casas hechas de lodo y ladrillo se colapsaron y las posesiones de sus habitantes quedaron desperdigadas por el piso. Unas cuantas cabras pasaban entre los desperdicios mientras los sobrevivientes trataban de remover los escombros.