Superando barreras

Cindy Arriola

La Raza del Noroeste

El tenis fue y ha sido la llave del éxito para Natali Coronel. Un deporte no tan común entre los hispanos, le consiguió un pase para llegar a la Universidad de Washington, dejando atrás su natal Argentina.

Coronel vivía en Lomas de Zamora, un área en Buenos Aires conocida como “zona roja”. Ella viene de una familia de escasos recursos. A una edad temprana su padre la introdujo en el deporte y desde entonces ella se enamoró del tenis.

“Desde chiquita fui muy ágil. Y cuando hubo una oportunidad de tener clases de tenis gratis, por 30 días, empecé [la carrera]”, dijo ella.

No fue fácil continuar con el tenis.

“Siempre fue una lucha el tema del tenis, porque es muy caro pagar los viajes, siempre fue una complicación”, dijo Coronel.

La destreza que mostraba la joven en la cancha de tenis, la llevó a ser la jugadora número 1 en Argentina a los 14 años, y la número 2 en todo el continente sudamericano. Su talento la llevó a conocer varios lugares en Europa, con gastos pagados.

“Cuando empecé a jugar torneos, solo tenía una raqueta, entonces cuando se rompían las cuerdas tenía que pedir prestada una raqueta a mi oponente o a otra persona que estuviera a mi alrededor. A veces eran torneos importantes y solo tenía una raqueta”, recuerda Coronel con una sonrisa.

Pero a pesar de ser una buena jugadora no era fácil conseguir los patrocinios necesarios para continuar en el deporte. De tal manera que empezó a buscar por Internet y dio con la Universidad de Washington, de donde ahora es estudiante de segundo año.

“Me gustó el campus y saber que el equipo de tenis, era un buen equipo”, comentó.

Coronel, le mandó un correo electrónico a Jill Hultquist, la entrenadora principal de tenis femenino, quien, luego de conocer sus destrezas, le dio la gran noticia que obtendría una beca completa para la universidad.

Pero llegar hasta Seattle no fue fácil. Coronel tuvo que aprender inglés, realizar varios exámenes de admisión a la universidad y obtener su visa de estudiante. Un día antes de su orientación en la universidad, Coronel recibió su visa para viajar, ese mismo día hizo sus maletas, compró su boleto y se despidió de sus padres.

“El inglés no fue fácil porque en mi familia, no había nadie que hablara el inglés, entonces eso lo tuve que aprender yo sola”, dijo ella.

Este año Coronel recibió el reconocimiento Arthur Ashe Jr. Sports Scholars. Un premio que honra a los estudiantes que sobresalen en sus estudios y en el deporte.

“Siempre, desde chiquita, he logrado mis metas, todo lo que me propongo. Llegar aquí no fue fácil, yo lo tuve que hacer sola, en especial el inglés”, dijo Coronel con un inglés perfecto durante la entrevista.

Ahora ella se mantiene en contacto con su familia por Skype y desea que en dos años, su familia pueda acompañarla en su graduación de la Universidad de Washington.