Reflexiones

La Raza del Noroeste

El periódico “La Raza del Noroeste” recibió esta semana la ilustre visita del señor Cónsul de México en Seattle, Licenciado Alejandro García Moreno, un inmenso honor que nos permitió compartir con él momentos agradables y cambiar opiniones sobre nuestra comunidad.

El Licenciado lleva poco tiempo en la región, poco más de seis meses, y por características particulares de su labor, ocupa un oficio difícil de entender, y del que para muchos es fácil quejarse; al final, la creencia es que el Consulado de un país es una oficina fría e ineficiente, donde se debe ir casi por obligación, a hacer trámites incómodos.

Pero el trabajo de un Cónsul va más allá, tanto que se sale del alcance de esta nota editorial.

Lo que no puede salirse, sin embargo, es aquella parte de la conversación que tuvimos con él, donde se habló de la educación; es claro que el tema de la educación de nuestros hijos en esta región es muy importante para el Licenciado García, y eso nos hace sentir bien.

Nosotros, como comunidad inmigrante, tenemos muchas necesidades y es difícil lanzarse a decir que unas son más importantes que otras; sin embargo puede decirse que hay temas en lo que se trabaja con denuedo y desde varios ángulos, la salud es uno de ellos, aunque las necesidades son muchas, existen recursos y organizaciones en número importante alrededor del tema.

En cambio, la educación de nuestros hijos, con el reto particular del idioma, de su necesidad de ser bilingües, no cuenta con la misma atención.

A muchos padres de familia aún les falta tiempo y experiencia para notar la importancia de que sus niños se eduquen bien, no solo que asistan a la escuela, sino que tengan éxito, que aprendan cosas en los dos idiomas, y que pasen por el sistema educativo completo hasta que lo terminen.

Nuestra historia de página seis habla de cómo conseguir un doctorado en la región, esto para muchos puede sonar inalcanzable. ¡PERO NO LO ES!

En este país no se necesita ser un genio, ni ser millonario, para lograr objetivos grandes como ese.

Pero se necesita dedicación y apoyo de los padres; en eso coincidimos con el señor Cónsul y celebramos el trabajo de su oficina en el tema.