Todos Somos Uno

Bajo Amenaza la Destrucción 52 Hogares en Seatac.

Por Sandra Maqueda.

Parecía un día cotidiano de primavera aquel apacible 8 de mayo del 2016. Sin embargo, todos los vecinos al llegar a casa vieron una notificación de desalojo pegada en su puerta: La cual hacía de su conocimiento que propiedad donde estaba instalado el Parque de Casas Móviles Firs seria demolido para construir dos nuevos hoteles. La noticia de ese día cambio la vida de 72 familias para siempre.

La vida en el Parque de Casas Móviles Firs está caracterizada por la vida en comunidad. Como casi todos los inmigrantes uno de sus grandes retos es el cuidado de los niños, pero echándose la mano unos a otros, este asunto vital de la vida cotidiana está resuelto. Muchas familias se pueden ir tranquilas muy temprano a trabajar porque alguno de sus vecinos se encargará de llevar y traer de la escuela a sus hijos sanos y salvos. No solo eso, sino también les darán de comer y cuidarán hasta que lleguen de regresos sus padres.

Para muchos eran solo casas móviles viejas, pero para ellos quienes las habían adquirido con enormes sacrificios y mucho trabajo, era su dulce hogar. Casi todos han trabajado duro para hacerle mejoras y tener por fin un lugar digno donde vivir. No se resignaron a perder de la noche a la mañana su sueño americano, el cual parecía se haría pedazos junto con su comunidad sino actuaban. Platicando unos a otros se daban ánimos y así decidieron organizarse para tratar de salvar sus hogares y su comunidad que con tanto cariño y dedicación habían construido todos juntos durante muchos años. Con la ayuda del Sindicato de Inquilinos y La Asociación de Dueños de Casas Móviles del Washington, crearon su propia organización, la cual agrupa a 52 familias.

Batallaron para encontrar un abogado que los representara, después de mucho buscar consiguieron que el abogado Vicente Barraza aceptara representarlos junto con el abogado Henry Lippek. Así luchando consiguieron que una juez de la Corte Superior de Washington en el Condado de King resolviera en una audiencia del mes de octubre del 2017 que el Parque de

Casas Móviles Firs debería de mantenerse en funcionamiento por seis meses y en marzo de 2018 en otra audiencia se decidiera el siguiente paso en el futuro de todas estas familias.

Los habitantes de Firs no se han cansado de tocar puertas. Un aliado que parecía casi lógico, serían los concejales de la ciudad de Seatac, quienes se supone han sido elegidos para defender a sus representados, he impulsar un desarrollo armónico de la ciudad. Pero ellos les han cerraron la puerta en la nariz una y otra vez. Su primer argumento fue que no podían cambiar todo el uso del suelo de comercial a residencial. Pero en una reunión mensual posterior la jefa de la Oficina de Desarrollo Económico los desmintió y textualmente les dijo: “Ustedes como concejales pueden cambiar el uso de suelo cuando quieran, ustedes tienen el poder para hacerlo.”

A la ciudad de Seatac se le ha solicitado que interfiera para que el dueño de la propiedad page el costo de las casas móviles que pretende demoler. Ya con ese dinero se podría comprar otra casa móvil, o rentar un departamento o casa. La otra propuesta fue que la ciudad les ayuda a comprar la propiedad. La ciudad de SeaTac ha hecho oídos sordos a ambas propuestas.

El racismo esta flor de piel en las audiencias. En una ocasión un residente blanco de Seatac, quien siempre van a las sesiones y quien si puede hablar cuando lo desee sin ninguna restricción, le pidió a una persona que iba con los vecinos de Firs que se cambiara de lugar porque no lo quería tener al lado; “yo necesito mi espacio y privacidad, así que vete a sentar a otro lado” remato. Entre ellos había de por medio al menos cinco sillas vacías.

Aunque parecía que los vecinos de Firs habían ganado la primera batalla legal al Sr. Jong Park dueño del Parque y su abogado, ellos decidieron que el fallo de la juez de no cerrar el Parque de las Casas Mobiles Firs, no significaba que no pudieran desalojarlos. Bajo esta interpretación torcida de la ley inicio un proceso de desalojo. En una abierta represalia tres de las seis órdenes de desalojo fueron dirigidas contra quienes han impulsado y dirigido de manera decidida la defensa de sus hogares y su comunidad.

El futuro de quienes han recibido las órdenes de desalojo se está definiendo en este momento del cierre de esta edición en un juzgado de la Corte Superior de Washington en el Condado de King, ubicada en Kent. Como digiera un trabajador negro llamado Tyree Scott uno de los fundadores de la Oficina Legal de Labor y Empleo del Noroeste: “No siempre lo que dicen las leyes, es justo.” Esta historia continuará…