Un verano de Aprendizaje

Laysha Ward

Presidenta de Relaciones

Comunitarias en Target.

¿Cuál es el periodo más crítico del año para los estudiantes estadounidenses?

Si se le ocurre la vuelta a la escuela o la semana de exámenes finales, se equivoca. Aunque no lo crea, las vacaciones veraniegas tienen un impacto enorme sobre todos los temas, desde las matemáticas hasta el desarrollo de la lectura en jóvenes alumnos.

Basta con un par de meses sin clases para que los estudiantes pierdan gran parte de lo aprendido en la escuela. Los investigadores registran desde hace más de 100 años que las pruebas estándar tomadas inmediatamente después de las vacaciones de verano arrojan resultados espectacularmente más bajos en comparación con las pruebas realizadas antes de finalizar las clases. Si los niños pierden terreno en las primeras etapas de su educación, los resultados sobre sus posibilidades en el futuro pueden ser dramáticos.

Esta es la mala noticia. La buena noticia es que padres y adultos dispuestos pueden hacer mucho para prevenir el retroceso educativo. He aquí cinco medidas sencillas para prevenir el “retroceso educativo”.

1.Busque libros que respondan a los intereses de su hijo.

Es importante elegir material de lectura adecuado, para que los niños lean durante el verano. Tal vez su hijo está obsesionado por los dinosaurios, o su hija adora las novelas de misterio. Busque libros que satisfagan estas curiosidades. Familiarícese con lo que estudiarán sus hijos en el otoño, y toque dichos tópicos con sus hijos durante el verano. Se trate de divisiones largas o de historia de los Estados Unidos, ofrecer a los estudiantes una visión del próximo año escolar los preparará para el mismo.

2. Incorpore la lectura en la rutina diaria de sus hijos.

Como bien saben padres y madres, el verano es con frecuencia el periodo del año más difícil para hallar proyectos constructivos para los niños. En el calor de un día de verano, visite la biblioteca local para enterarse de los programas y actividades disponibles. O bien, lleve una bolsa con libros la próxima vez que vaya al parque con los niños.

3. Busque nuevas maneras de hacer que el aprendizaje resulte entretenido.

La tecnología puede contribuir a que el aprendizaje sea entretenido. Los lectores electrónicos, las tabletas, los teléfonos inteligentes permiten que los jóvenes lectores disfruten de los libros digitales. Presentarles una nueva tecnología mantendrá despierto el interés de los jóvenes lectores.

Busque oportunidades para introducir la aritmética en la vida diaria de sus hijos. Por ejemplo, que midan objetos en el hogar, aprendan a leer la hora en el reloj, noten la temperatura todos los días o sumen los precios en el mercado.

4. Localice recursos locales para mejorar las oportunidades de lectura de sus hijos.

Averigüe en las escuelas locales, los centros comunitarios, las universidades, qué programas veraniegos existen para mantener ocupados a sus niños durante el largo receso. Si se van de vacaciones, seleccione lugares que ofrezcan oportunidades de aprendizaje: como los sitios históricos, museos, parques nacionales y jardines zoológicos.

5. Finalmente, considere ofrecerse como voluntario

Su ayuda puede marcar una gran diferencia. Aún una pequeña ayuda, como leer con un sobrino, enseñar en una escuela de verano o trabajo voluntario en la biblioteca local puede producir resultados educativos fundamentales y asegurar que los estudiantes en su vida no sufran el retroceso veraniego.