Aguas con la red

María Silva

Agencia Reforma

En sus charlas por facebook, las mamás primerizas suelen recomendar con tal seguridad el fármaco que alivió a su bebé, o el tratamiento que leyeron por internet, que no falta quien les pida orientación sobre otros problemas de salud y, de pronto, aquello se convierta en un consultorio cibernético, pero muy riesgoso. Se les olvida que, en ocasiones, ni el médico se salva de imprecisiones al ofrecer un diagnóstico, y que ellas no cuentan con la especialización para hacerlo, advierte el pediatra Ismael Piedra Noriega.

Por la gran cantidad de información gratuita que fluye en los sitios web y la inmediatez de la comunicación por facebook o twitter, las mamás, sobre todo las más jóvenes, han empezado a compartir las experiencias con sus hijos, en materia de salud.

“Las amigas te dicen: ‘Chequen en esta página’, para solucionar lo que alguien más pregunta”, agrega. “Si nosotros como médicos, aun con una exploración física, entrevista con el paciente y nuestros conocimientos podemos cometer imprecisiones, imagínense pedir ayuda por un tuit o en el estatus de Facebook. El riesgo de equivocarse es enorme”.

Aunque el espíritu de servicio es lo que impulsa a estas personas a repartir consejos, el director de Ciencias Médicas Básicas de la Escuela de Medicina del Tec recalca que no están preparadas y tampoco tienen la capacidad de resolver las probables complicaciones.

“Es una falsa seguridad que está sustentada por un sentimiento o corazonada, o la experiencia de que ‘a mí me funcionó’”, señala. “Inclusive, a veces la mamá comete el error de resurtir la receta que se le dio al niño en una ocasión anterior, porque piensa que tiene los mismos síntomas, pero se puede exponer a un mal diagnóstico o mala dosis. “Por el contrario, si el médico receta un fármaco, conoce los efectos, la dosis y el tiempo que debe tomarlo y puede corregirlo o usar otro recurso si sucediera algo”. Cuenta que ha habido madres que le dicen que una amiga o familiar les recomendó cierta medicina que ya ni siquiera está vigente en el mercado.

Aun cuando se le dé algún fármaco de uso común, puede dañar el hígado si no está bien administrado. “Una aspirina produce gastritis, algunos causan diarrea o vómito; los efectos pueden severos”, añade el pediatra. El que sabe Quienes se interesen por la salud de otros, en lugar de aconsejar que repitan su experiencia o hagan caso de la información en internet, podrían recomendar a su médico o sugerir no esperar más para buscar ayuda profesional.

“Las mamás podrían actuar con la conciencia de acudir tempranamente a recibir atención, para tomar mejores decisiones”, comenta el pediatra Ismael Piedra Noriega. El dolor de estómago o abdominal, por ejemplo, es una caja de sorpresas, alerta el especialista.

Si por este padecimiento el niño deja de comer, no realiza sus actividades o se despierta en la noche con dolor, amerita revisión médica. “No hay que hacer caso de todo lo que se lee en las redes sociales”, recomienda. “Como mamá, se puede contrastar esa información con los médicos, porque muchos manejamos el facebook, twitter y messenger, entre otros”, señala el también profesor del Tec de Monterrey.