Amaxofobia:miedo a conducir

Agencia Reforma

La inseguridad en la conducción se debe a la falta de habilidad al conducir y, en la mayoría de los casos, esta falta de destreza se produce porque se tiene poca experiencia al volante o porque llevamos mucho tiempo sin conducir.

Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga, aclara que se trata de un problema de falta de autoestima y confianza en uno mismo. Esta patología es más frecuente en mujeres, sobre todo en aquellas con padres, hermanos o maridos muy dominantes o machistas que han mermado su autoestima.

Los amaxofóbicos son muy negativos hacia su forma de conducir, se consideran incapaces de conducir un vehículo con destreza, creen que pueden ser los causantes de un accidente de tráfico o piensan que no van a saber actuar ante situaciones adversas en la carretera como fuertes lluvias, niebla, desvíos provisionales… Tienen tal inseguridad en su forma de conducir, que rara vez se ponen delante del volante.

Entre los síntomas más comunes está la ansiedad, la angustia, temblores, dolor de estómago, rigidez, sudoración excesiva o taquicardias, incluso pesadillas antes y después de conducir.

Quienes lo sufren, experimentan una gran tensión psicológica, llegando a evitar situaciones donde conducir es necesario como cualquier salida de ocio que implique trasladarse en coche, comidas, viajes, excursiones…, en los casos más extremos hay personas que han llegado a renunciar a un puesto de trabajo porque implicaba desplazarse a diario en coche.

La amaxofobia supone en estos casos una limitación muy importante, se trata de un miedo paralizante.

La especialista asegura que es frecuente sufrir tensiones musculares, siendo una de las consecuencias más habituales la contractura en el cuello y hombros, estas contracturas pueden hacerse crónicas cuando se conduce con frecuencia.

La respiración debe ser relajada y los músculos no deben estar tensos, sobre todo en la zona del cuello y hombros, de lo contrario si habitualmente tenemos que conducir podríamos sufrir rigidez o contracturas.

Tener confianza en uno mismo y una actitud positiva es fundamental para superar el problema.

Para conseguir esto tal vez sea necesaria la ayuda de un profesional.

Hipertensión:

Enemigo al acecho

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Actualmente el tema que más preocupa en México es el de la inseguridad, tras los altos índices de violencia registrados y el número de muertes por esta causa.

Las cifras salen a relucir a diario y algunas apuntan a más de 60 mil decesos en los últimos seis años.

Pocos, sin embargo, se preocupan por el alto número de muertes relacionadas con la hipertensión, que en parte es provocada por la obesidad, la enfermedad crónica más frecuente en adultos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión causa cada año la muerte a 9 millones 400 mil personas en el mundo, y es responsable del 45 por ciento de los ataques al corazón y del 51 de los derrames cerebrales.

La obesidad también aumenta la cantidad de lípidos en la sangre, y a nivel celular afecta la oxidación y el deterioro de las células del organismo, que provocan el envejecimiento prematuro.

Además, se retiene sodio y agua en las células adiposas, lo que resulta que los pacientes tengan un incremento en la presión intravascular.