Asigne tarea doméstica

Andrea Menchaca

Agencia Reforma

Los papás, sin embargo, deben saber que esto es parte de la responsabilidad de los menores, por lo que no deben recibir un pago a cambio de estas labores, advierten especialistas.

Y es que algunos padres les prometen algún tipo de recompensa a sus hijos cuando les piden ayuda en casa, como si esto fuera un trabajo de verano y no parte de sus obligaciones.

“Definitivamente no deben recibir un pago y absoluta y completamente deben estar involucrados en actividades domésticas, y no solamente en este periodo”, advierte la sicóloga Adriana Pastrana.

“Luego los adolescentes no quieren hacer nada, pero es que desde un inicio en la infancia no se les recalcó cuáles son sus obligaciones y responsabilidades”, refiere.

El hecho de que sea un niño, dice, no implica que no pueda realizar quehaceres como recoger su ropa sucia, levantar sus platos después de comer u ordenar y limpiar algún clóset.

Jesús Amaya Guerra, doctor en educación, coincide en que el niño necesita tener responsabilidades fijas dentro del hogar.

“Esos elementos claro que no se pagan, son responsabilidad del muchacho, aún más, se le dan herramientas para que empiece a ser independiente en un futuro, que pueda ser útil.

“El problema es que los hemos acostumbrado a que le pedimos algo más al niño y para que lo haga lo tenemos que premiar o le tenemos que pagar, cuando no, el niño vive en una familia y debe tener cierta responsabilidad”, señala.

El también catedrático considera que desafortunadamente en los últimos años se ha malinterpretado este aspecto, cuando antiguamente en el campo, por ejemplo, se le enseñaba a los menores a cultivar, arriar ganado, para que pudieran sobrevivir en ese ambiente.

“Cuando hablamos del aspecto urbano empezamos a trastocar ese aspecto de la autoridad, ahora creemos que su responsabilidad es en la escuela o que vive en un mundo competitivo y tiene que aprender muy bien a leer, escribir, matemáticas.

“Creemos que el aspecto de la casa como que lo distrae de esas actividades, de ese dominio cognitivo y académico”, señala.

Los especialistas coinciden en que si se hace una labor extra, como lavar el carro, porque quiere juntar algo de dinero, se puede hacer una excepción. Sin embargo, el pago debe corresponder a la tarea.

“Hay que tener cuidado porque a los niños los malacostumbramos a pequeños esfuerzos y una gran cantidad de dinero”, advierte Amaya Guerra.

Durante lo que resta de estas vacaciones es derecho de todos, incluyendo de los niños, tener una casa ordenada, y para eso deben participar sin buscar recompensa.