Deben aprender a estar solos

Érika Dávila

Agencia Reforma

Por lo regular, esa persona es la mamá, aunque en ocasiones puede tratarse de los abuelos o el padre, es decir, del cuidador con el que el niño pasa la mayor parte de su tiempo, indica la psicóloga Paola Rodríguez.

Se considera que esta ansiedad por separación tiene su ciclo de vida antes de los 6 años de edad, justo cuando comienza formalmente su etapa educativa, distanciándose del hogar familiar unas cuantas horas.

Sin embargo, se pudiera decir que la primera separación que experimentan los hijos es cuando, de bebés, si la madre trabaja, tiene que retomar su vida laboral.

“Hay veces que sí se puede dar un sufrimiento por esa separación a causa del trabajo, más no se considera una ansiedad por separación.

“Para ser considerada una ansiedad por separación tiene que ser por lo menos un mes en el que el niño se angustie, no nada más ante esa separación, sino también cuando la mamá se va a cualquier otra parte”.

Ejemplifica que esa angustia también la experimentan los bebés cuando empiezan a dormir solos en su camita, debido a la separación que representa que la mamá o el papá se vayan a otra recámara, y entonces tienen esa reacción de miedo.

“Hay extremos en los que la mamá ya es incapaz hasta de ir al baño con la puerta cerrada”, menciona.

“La ansiedad por la separación tiene repercusiones en lo social y en lo escolar: el niño no quiere ir a la escuela, batalla para dormir, tiene pesadillas, puede tener problemas de aprendizaje por la misma razón de que no asiste con regularidad a clases o sí acude, pero interferido por el llanto”.

¿Qué hacer?

Es un tanto esperado que los niños más pequeños, como los bebés, tiendan más al temor de que la mamá o el cuidador se separe de ellos, agrega la especialista, pero también es esperado que vayan formando la confianza básica, conocida en psicología como “la constancia del objeto” o “constancia objetal”.

La constancia del objeto tiene que ver con la representación mental del niño de saber que aunque no vea a su mamá cerca, por ahí está. Es cuando puede tranquilizarse ante la separación.

“Cuando ya es un mes, por lo menos, en que el pequeño ya presenta un desgaste psicológico y físico por la separación momentánea, hay que recurrir a un especialista, sea psicólogo o psiquiatra infantil, para tener un diagnóstico preciso y una estrategia adecuada de tratamiento.

“El tratamiento se hace contando con la participación de la mamá o del cuidador con quien se tiene el problema. Consiste en hacer esa separación de forma paulatina”.

Un pequeño que no se logra separar adecuadamente no es porque mantenga un súper vínculo con la mamá o con quien lo atiende, sino al contrario, porque esa unión no está del todo integrada.

“Un adecuado vínculo hace, precisamente, que haya la confianza en el niño para dejar a mamá porque sabe que va a regresar”, precisa.

Es tarea de mamá

La ansiedad por separación no sólo puede tratarse, sino prevenirse. Conoce cómo:

Ÿ Hay ocasiones en que el proceso de separación normal puede limitarse o verse interferido cuando la mamá no permite que ocurran las frustraciones propias de cada etapa del niño.

Ÿ Si la mamá permanece cerca de su hijo todo el tiempo para que no se angustie y no hace esa separación de forma gradual, no se reforzará la confianza natural en el niño de estar solo por instantes.

Ÿ La madre debe tener cuidado de ser firme en sus decisiones, por ejemplo, cuando el menor tiene que dormir por las noches en su camita, que duerma. Si llora o se empieza a angustiar, sí puede ella presentarse con su hijo para tranquilizarlo, pero volver a hacer el intento de separarse.

Ÿ La idea es que se vaya acostumbrando a que, aunque no vea a la mamá cerca, ella estará al pendiente y regresará.

Ÿ Para favorecer esto, la mamá debe tolerar esa separación y el hecho de que el niño pueda frustrarse de manera normal. Si la ansiedad por separación cumple un mes, es momento de visitar a un especialista.

Ÿ Mamá debe estar alerta cuando, tras el desapego, su hijo se estresa mucho, porque si esto se prolonga más de un mes debe llevarlo con un especialista, como podría ser un psicólogo que la asesore para superar esta etapa.