Estírate

Natalia Vitela

Agencia Reforma

Esto te tomará sólo 5 minutos y también te servirá para acelerar tu circulación, lo cual te ayudará a moverte más durante el día y a quemar más calorías.

Alarga tu columna

1. Párate con los pies alineados bajo tus caderas y las manos en los costados.

2. Respira con profundidad y levanta tus brazos hacia los lados con las palmas de las manos hacia arriba. Separa tus manos tanto como puedas para abrir tu pecho y espalda alta.

3. Exhala y prosigue la elevación de tus brazos por encima de tu cabeza, mientras te paras de puntas como si trataras de alcanzar el cielo. Respira profundo a medida que estires todo tu cuerpo, y mantén la postura hasta que sientas que se calienta y alarga tu columna.

4. Desciende tus talones al piso, pero mantén tus brazos estirados por arriba de tu cabeza con la palma de una mano frente a la otra.

5. Entrelaza los dedos de tus manos y junta ambos dedos índice apuntando hacia arriba en forma de templo.

6. Respira profundo y luego exhala mientras inclinas las manos y todo tu torso hacia la derecha. Debes sentir un estiramiento profundo a todo lo largo de tu costado derecho.

7. Inhala mientras regresas al centro y repite el movimiento hacia el lado contrario, manteniendo la postura hasta haber exhalado todo el aire. Alterna cuatro veces los estiramientos hacia ambos lados, y luego regresa a la posición inicial.

Rotación de hombro

1. Párate con los pies alineados bajo tus caderas y luego sepáralos de manera que se abran unos cuantos centímetros más que el nivel de tus caderas.

2. Respira profundo. Exhala mientras flexionas tu brazo izquierdo y elevas tu codo y antebrazo izquierdos.

3. Continúa tu exhalación mientras mueves tu codo izquierdo hacia arriba y atrás en un gran semicírculo, y dejas que cuelgue tu mano izquierda. Inhala cuando lo necesites, y cierra el círculo con tu brazo.

4. Repite el ejercicio con tu codo derecho, respirando de manera profunda y alternando las rotaciones hasta hacer cinco de cada lado.

Estiramiento de gato

1. Párate con los pies alineados bajo tus caderas y luego flexiona ligeramente las rodillas.

2. Inclínate hacia delante desde la cintura y coloca las palmas de las manos sobre tus muslos, justo antes de tus rodillas. Apóyate con suavidad en tus muslos para alargar la columna.

3. Inhala mientras volteas poco a poco tu cabeza hacia el techo, elevas el cóccix y desciendes el ombligo.

4. Exhala a medida que inviertes el estiramiento al meter el estómago y encorvar tu espalda.

5. Alterna los dos estiramientos cinco veces y muévete al ritmo de tu respiración.

Flexión hacia abajo

1. Párate con los pies alineados bajo tus caderas. Después inhala y luego exhala mientras te doblas hacia abajo.

2. Pon tus manos sobre tus rodillas para descender en forma lenta. Debes sentir cómo se alargan el dorso de tu muslos y espalda baja.

3. Permite que tu cabeza y hombros se relajen y dejen llevar por la fuerza de la gravedad.

4. Mantén la postura durante 20 segundos, respirando de manera normal.

5. Levántate de manera muy lenta y gradual, vértebra tras vértebra, con las manos apoyadas sobre tus muslos para conservar el equilibrio.