Los hombres, ¿las prefieren triunfadoras?

(Agencia Reforma).- Para los hombres, balancear su trabajo y su vida personal nunca ha representado una gran encrucijada. Es natural para ellos tener una carrera absorbente y una familia que atender. No tienen que escoger entre una cosa u otra.

Sin embargo, para las mujeres la historia puede ser diferente. Y es que difícilmente ellas pueden acceder al triunfo profesional, que demanda horas, esfuerzo y talento, y a la vez, tener el tiempo suficiente para formar una familia.

Las altas expectativas que estas mujeres tienen para ellas mismas, el enfrentar posturas machistas y, sobre todo, su largo horario de trabajo, representan sus mayores obstáculos para sobresalir en el campo personal, como de hecho lo hacen, día a día, en el laboral.

No es extraño, incluso, encontrarse con mujeres ampliamente exitosas, inteligentes y con puestos de toma de decisión en grandes empresas, o en el ámbito de la política, que tienen problemas para encontrar pareja.

El sociólogo Salvador Hernández atribuye este fenómeno a las altas aspiraciones que una mujer con este perfil tiene para su proyecto de vida, y a que los hombres se intimidan con el éxito femenino.

“La mujer profesionista tiene expectativas de acuerdo con su formación, por lo tanto no son bajas, son propias de la exigencia profesional que viva.

“Generalmente si una mujer tiene una pareja que no tiene el ritmo, la formación o su nivel, es común que tengan serios problemas de convivencia y comunicación”, asegura el experto.

Adriana González Padilla, psicoanalista del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, afirma que muchos hombres prefieren salir con mujeres con carreras menos avasallantes.

Es como si sus triunfos laborales las alejaran de los varones”, menciona.

Otro factor de influencia es la competencia que se genera entre el hombre y la mujer, pues el varón tiende a compararse y a subestimarse si su pareja sobresale más que él en lo profesional.

“La mujer profesionista promedio, que no está en altos niveles ejecutivos, consigue tener una vida personal más estable, por el tiempo que tiene y porque precisamente no entra en una presionante competencia con su pareja.

Esto inhibe a muchos hombres, desde el punto de vista del ingreso. De todo. Hay desconfianza, siempre hay una comparación y esto es un problema grave”, indica Hernández.

Lo ideal para conseguir una vida de pareja exitosa es que tanto el hombre como la mujer tengan expectativas realistas de sí mismos y de la relación.

“Un problema serio en una relación entre dos profesionistas exitosos es que esperan mucho de sí mismos, están acostumbrados así por la vida profesional que llevan y esto puede fracturar o dañar la relación. Lo ideal es que ambos tenga expectativas realistas”, añade Hernández.

Acto de balance

Jeanne Hegner, directora ejecutiva de mercadotecnia y planeación estratégica en Seguros Monterrey New York Life, nombrada el año pasado por la revista Expansión como una de las 50 mujeres más influyentes en los negocios en México, asegura que se puede tener vida profesional y vida personal… pero por separado.

“Yo creo que sí es posible, pero es difícil, luchar por tener todo y hacer frente a los roles de una mujer ejecutiva. Puedes tener todo, aunque no al mismo tiempo. En mi caso, he luchado años para tener una vida personal balanceada con la laboral”, dice la orginaria de Boston y egresada de Yale, de 39 años.

Nora Elia Cantú Suárez también puede identificarse con Hegner: es directora ejecutiva de contabilidad y fiscal en Banorte y además es presidenta del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas en Nuevo León. Tiene una vida laboral de alto perfil.

La egresada de la Facultad de Contaduría Pública y Administración de la UANL ha forjado una trayectoria de 27 años en la empresa y asegura que lo más complicado es el manejo del tiempo.

“Una vez que llegas a un puesto directivo, ya superaste el obstáculo del machismo, pero el que subsiste es el desbalance entre vida profesional y personal.

“El puesto te demanda horas adicionales de capacitación, viajes, reuniones para tener una red de contactos. Se requiere que seamos templadas para no incurrir en desequilibrios en la salud o desatender a la familia”, dice Cantú, madre de dos hijas.

Lo más duro para las mujeres que trabajan en altos puestos, y que además tienen familia, es partirse en dos y hacer tiempo para atender todo al 100 por ciento, dice Lorena Rubio, presidenta del Instituto Nacional de Madres Profesionistas.

“Lo más complicado es la falta de tiempo, es la lucha que tenemos, más si eres mamá, pues te demanda dedicación. Es importante tener tiempo para los hijos, pues cuando llegan a la adolescencia se pueden presentar muchos problemas, depresiones o adicciones y necesitamos tener tiempo para atenderlos”, afirma la egresada de la Universidad Iberoamericana y madre de tres hijos.

El secreto para que las mujeres con trabajos de alto perfil se sientan satisfechas tanto en su vida personal como en la profesional, es saber bien lo que quieren y aferrarse a ello, señala Hefner.

“La clave es sentirse satisfecha en los dos ámbitos, profesional y personal.