María de Jesús García

Agencia Reforma

Recatada en público

Hola, Tía Remedios. El problema es que no me gustan algunas actitudes que tiene mi esposo conmigo, por ejemplo, ayer veníamos en el carro y yo traía una falda y él comenzó a agarrarme la entrepierna y lentamente me subía la falda, pero la verdad me molestó un poco porque él iba manejando y se debía comportar porque íbamos en vía pública. Así que no sé qué hacer para que mi esposo deje de tener este tipo de actitudes, ¿qué me recomiendas hacer? Muchas gracias, Tía Remedios, saludos.

Samantha.

¡Hooola!, querida Samantha. No te gusta que tu marido te manosee en público, evita ponerle la tentación a la mano. Deja de ponerte falda. Ya sabes que tus enojos los hace manojos y los vende en el mercado. Y a ti no te gusta ser manoseada en público. ¿Tons? Y ni te recomiendo que le digas a tu esposo lo que sientes, porque todo parece indicar que ustedes no hablan del tema de cuando sí tocarse y cuando no tocarse. ¿O sí hablan y yo me equivoco totalmente? Si él hace lo que quiere y no tú no te atreves a decirle lo que no te gusta o él simplemente no te pela, pues sólo te queda dejar de ponerte falda cuando salgan en el coche.

Hijos ‘misiles’

Buen día, Tía Remedios. Desde hace un tiempo mi esposa y yo hemos tenido muchos problemas, al grado que vamos a separarnos, sólo que ella tiene mucho rencor contra mí y me dijo que me va a hundir y que me meterá pensión por mis dos hijos. Yo estoy muy triste por cómo terminaron las cosas y me duele un poco que esté usando a mis hijos como instrumento de guerra para hacerme daño, porque dice que no me dejará verlos hasta que se arregle la pensión, yo estoy de acuerdo en dar la pensión porque son mis hijos, lo que me duele es que ella los use como objeto para dañar. Quisiera orientación respecto a qué porcentaje de mi salario me corresponderá dar. También quisiera ver la posibilidad que me dijera a qué instancia jurídica debo acudir o bien si me puede recomendar algún abogado. Muchas gracias por el tiempo y por el consejo. Saludos.

Adrián, 38 años.

Querido Adrián, los primeros dañados en ese asunto son los hijos. Y la mamá de estos chicos no es la primera (ni será la última) que use a sus hijos para castigarse por la elección de pareja que hizo. Y tampoco eres el bueno de esta película, recuerda que tú escogiste a esta mamá, ni modo que me digas que te salió en la caja de cereal. Hiciste tu mitad para que las cosas no salieran bien entre ustedes. Así que toma la parte que te toca en el rompimiento de la pareja y te sugiero que llames a la abogada Diana Reyes. Su teléfono es el 5972-7470 y ella podrá asesorarte sobre lo que debes hacer. La ley en el DF ayuda también a que las mamás no usen a sus hijos como instrumento de tortura. Ella no podrá negarte que los veas, pero hay que ir a presentar una demanda.

Vivía con ‘Chole’ y sigue con ella

Hola, Tía Remedios, quiero tu ayuda, por favor. Mi problema es que hace unos 3 años tuve a mi primer amor, pero sin querer nos dejamos de hablar, pero nunca terminamos nuestra relación y hace apenas tres meses volvimos a encontrarnos y volvimos a intentarlo; yo lo amo mucho. El problema es que casi no nos vemos y casi ni hablamos, eso es algo que me duele mucho, pero yo aún así lo amo aunque no me dedique mucho tiempo. Cuando me pidió que fuera su novia yo le dije que sí, pero creo que lo hice por soledad y eso lo entendí hasta después, por eso es que terminamos, aunque sí me dolió. Ahora que regresamos me duele que no me hable y sólo quisiera que me dijeras si estoy realmente enamorada de él o sólo es un capricho o una obsesión.

Vero, 19 años.

¡Hooola!, Vero. Sólo estás enamorada de la idea de tener novio, pero del chavo ni por asomo. Lee lo que dices, “creo que lo hice por soledad”. ¿Y a poco ahora estás más acompañada? Estás peor. Porque la soledad en compañía está más cañona.

Eso que vives no es un noviazgo, sólo es la idea de que tienes un noviazgo. Lo que amas es la ilusión de creer que hay alguien al que puedes querer, pero la realidad es que ese alguien está ahí, pero no te pela.

Mi sugerencia es que cierres esa relación, que le digas al chavo que tienes ganas de un novio presente y de un noviazgo de verdad.

Lo que vives es sólo un sueño, ¡ya despierta! y deja de sufrir. Concéntrate en organizarte un noviazgo donde construyas una relación, no donde te imagines de qué se trata una relación.