Tía remedios

María de Jesús García

Agencia Reforma

Madrastra en competencia

Hola, Tía Remedios, felicidades por tu columna. Quiero platicarte que me casé con mi marido de 45 años, yo tengo 26 años, pero tiene una hija que es muy interesada, sólo nos habla cuando tenemos dinero, ahorita no nos habla. Una ocasión me dio una cachetada y no sé qué hacer porque ya le prohibí que le hable.

Quiero que me ayudes a saber qué hacer, yo le prohibí que le hable a su hija porque yo he hecho muchas cosas buenas por ella, pero ella no, y no sé qué hacer.

Norma, 26 años

Querida Norma, ¿y con qué derecho te sientes para pretender prohibirle a tu compañero que deje de hablar con su hija? Algo le harías para que te soltara una cachetada, porque nadie reacciona con violencia si le dijeron te quiero mucho. Si la hija tiene la misma edad que tú, o cerca, es evidente que te ve como una competencia en el afecto del padre, no te ve como la pareja sino como la hermanastra. Y hacer prohibiciones tiene que ver con un comportamiento de padre o madre, no de pareja, ¿desde cuándo decidiste convertirte en la madre de tu pareja? La relación que tu pareja tenga con su hija, que puede ser meramente monetaria, no es asunto tuyo. Es una situación que él tendría que resolver; es evidente que él sólo se ve como un proveedor para la chamaca porque no conoce otra forma de hacerse presente en la vida de su hija y no ha aprendido a poner límites y tampoco a proporcionar afecto. Ante estas carencias, lo único que puede hacer es dar dinero y la chava lo sabe por eso es lo único que busca. Insisto, el asunto entre ellos es asunto de ellos, no tuyo, así que aprende a ser una madrastra que se convierta en mirón de palo, que emita su opinión, pero que no espere que se cumpla, y que si ayuda a la muchacha no puede esperar nada a cambio. ¿Captaste?

Ya no lo quiere

Quisiera que me ayudaras, fíjate que hace mucho tiempo atrás engañé a mi marido y ahora ya no siento nada por él y sigo ahí por mis hijos, porque me ayuda económicamente. Ya no siento nada con él en la intimidad. Espero que puedas ayudarme, Tía.

Güera, 40 años

Querida Güera, ¿y qué quieres hacer? Tú eres la dueña de tu vida, no tus hijos ni tu marido. ¿Te gustaría engañarlo de nuevo?, ¿y engañándolo a quién engañas realmente? Espero que ya sepas que a ti misma, porque dime ¿en qué quedo el asunto de tu engaño pasado?, ¿te hizo más feliz?, ¿te resolvió las broncas existenciales que tenías? Supongo que te diste cuenta que no. Ante lo que te digo, repito ¿qué quieres hacer con tu vida?, ¿estás lista para dejar de vivir con el padre de tus hijos?, ¿ya sabes que vas a decirle?, ¿tienes a dónde ir? porque no esperaras que él se vaya de la casa, la incómoda eres tú. ¿Ya sabes qué vas a decirle a tus hijos? Amiga mía, asume tu responsabilidad sobre lo que quieres hacer con tu vida y hazlo.

Desconfiado

Tengo pareja, yo tengo 40 años y ella 47. Trabaja en un bar y desconfío de ella porque le hablan clientes, luego recibe mensajes y ya me entró la espinita de que me está engañando. Ella dice que me quiere, pero yo siento que me engaña, dame tu consejo por favor.

Osito, 40 años, supervisor

Querido Osito, ¿acaso ella no trabajaba en el bar antes de conocerte?, ¿ya te han puesto los cuernos? Si eres de los que crees que van a ponerle los cuernos, pues te los van a poner, porque se cumplirá tu mayor miedo. El día que confíes en ti, no en tu mujer, podrás relajarte y no andarás llamando mentalmente a cosas que no quieres que ocurran. Te recuerdo que los celos están basados en una baja autoestima que no es otra cosa que la opinión que tienes de ti mismo. Si crees que no eres suficiente, si crees que eres feo, si crees que eres pobre, si crees que eres tarado, en fin… si crees que no eres valioso, esa es la fuente de tu desconfianza, no lo que haga tu mujer. Te recomiendo que acudas a un Taller de Autoestima .

Ciber

Hola, Tía, quiero saber si tú consideras que es un engaño cuando los hombres tienen relacion virtual. Nunca tuvieron intimidad, y según él no se conocen, ni se han visto nunca, pero todas las noches chatean ¿Qué opinas?

Sobrina

Querida sobrina, como yo soy del siglo antepasado, todo encuere, virtual o no, para mí es un acto de intimidad, especialmente si aun en lo virtual la intención es el compartir sexual; es verdad que no hay contacto físico, pero ambos se desnudan y entran en contacto con el proceso de excitación y eso es un acto de intimidad aunque no haya cercanía. Pero lo importante no es lo que piense yo, sino lo que sientas tú y lo que estés dispuesta a tolerar en una relación. Creo que si los dos miembros de la pareja hablan del tema y los dos aprueban que cada uno tenga esas experiencias “virtuales”, el acuerdo formará parte de su relación. El problema, como siempre, es lo que no se habla del tema y se da por hecho o se espera determinada conducta de cada una de las personas que integran la pareja.

Familia explotadora

Hola, Tía, apenas me junté, pero mi familia se molestó. Mi madre todavía quiere que vea por mis hermanos, Mi hermano me hizo sacar un préstamo porque me dijo que quería que arregláramos la casa, pero no fue así, mi cuñada es un poco posesiva y quién sabe qué pasó. Mi esposa se enteró del préstamo y tuvimos problemas porque apenas ahí me la llevo. Quiero saber si tengo que seguir viendo a mi familia, o primero está mi esposa. ¿Qué hago?, se molestan de que yo salga a pasear con ella. Tengo suegros que me aprecian y ellos lo ven mal, creen que mi mujer no debe de salir de la casa y no podemos salir porque ella debe lavarme y plancharme, pero yo no lo veo así, yo creo que en la casa debemos trabajar los dos. Espero que puedas ayudarme.

Rojas, 22 años

Querido Rojas, efectivamente, hoy en día si los dos pueden trabajar, está bien; y si los dos se organizan para arreglar su casa, pues mejor. Ahora estás más obligado a apoyar a tu propia familia y ésta incluye sólo a tu esposa, así que tu mamá tendrá que aceptar que ya eres harina de otro costal y que tendrán que aprender a arreglárselas sin ti, ya que tu energía tiene que estar canalizada en organizar y apoyar a tu propia familia.

Tal vez te resulte útil alejarte un poco de ellos. Y aprende a organizar visitas donde les muestres tu aprecio, pero donde puedas ponerles límites para que se den cuenta que ya no tienes porque resolver sus problemas.