TíA REMEDIOS

‘Jugando’

a la familia

Hola, Tía Remedios. Tengo 18 años, los acabo de cumplir, y tengo una hermosa nena de meses. Desde que nació mi bebé he tenido muchos problemas con mi pareja; hace dos meses descubrí que me engañaba con una chava de nuestra misma edad, no se veían ni nada pero si hablaban por WhatsApp, y él le decía que la amaba y que conmigo sólo estaba por mi hija. Cuando vi los mensajes, él me dijo que lo perdonara que en realidad no sabía por qué lo hizo, que me ama a mí, pero con esa ya han sido dos veces con la misma mujer. Ahora ya no se hablan, pero yo quedé con un poco de rencor y como que ya no le tengo confianza; he querido terminar con él, pero pienso mucho en mi niña, no quiero que sufra con nuestra separación, sí lo amo, pero no sé. Él tampoco pone de su parte para estar bien. Muchas gracias, le mando muchas bendiciones.

Sobrina, 18 años

¡Hooola!, querida sobrina. Pues bien, lo que vives es lo que pasa cuando los adolescentes (apenas eres mayor de edad), y supongo que el papá de tu hija tiene la misma edad que tú, deciden jugar a la casita porque tuvieron sexo sin protección y se embarazaron. Si viviéramos en 1900 cuando las personas sí se casaban antes de los 18 años para formar una familia y vivir juntos hasta que la muerte los separe, pues no habría problema (porque además la gente podía morir a los 40 o 50 años). El rollo hoy en día que la gente se junta porque “se enamoró”, dio la nalga, no tomó precauciones, y ¡pum! un bebé no planeado (Y hoy vivimos hasta los ¡80 años!, por lo menos). Una relación que se basa en estar juntos porque hay un hijo no planeado, no tiene mucho futuro. El reto sería que hubiera un proyecto de pareja. ¿Cuál es el proyecto de ustedes? Dices que estás celosa de que hable por Whats, ¿y cómo piensas controlarlo? Él no es tu hijo, es el padre de tu hija. Y si se les hace muchas bolas el engrudo, te sugiero que acudan a terapia a una agrupación que se llama Relaciones Constructivas, tal vez puedan aprender a ser pareja. El teléfono para que te den información es el 5590-2727.

Pierde casado

lado ‘cursi’

Hola, Tía Remedios, me gustaría que me dieras un consejo porque no sé qué hacer. Llevo dos años de casado y en este tiempo, mi esposa me reprocha mucho sobre que he perdido detalles con ella, que ya no tengo eso de regalarle flores o dedicarle canciones o alguna otra de las cursilerías que hacía para tenerla contenta, dice que cree que al casarnos ya la tengo segura y que por eso ya no me esfuerzo por consentirla. Yo no creo que sea así, sino que ahora ya tengo otras responsabilidades como jefe de familia y me esfuerzo en el trabajo para que a ella no le falte nada y nuestra casa esté bien, por tanto hay veces que ocupo mi energía sólo en el trabajo, aunque por ejemplo, cuando llevo pan para que cenemos, siempre le llevo un pan rico de dulce porque pienso en ella y es mi forma de decirle que la tengo en mi mente. No sé si ella me exige mucho o si en realidad yo perdí mi lado detallista. Muchas gracias, de antemano, te mando muchos saludos.

Irving, 31 años

¡Hooola!, querido Irving. ¿Y por qué dejaste de lado las “cursilerías”?, como dices. ¿Acaso el que estén casados ha hecho que eso que hacías ahora te parezca intrascendente? Ella ya te ha dicho que es algo que le gustaba de ti, y que ella necesita para sentir que existe. Tal vez ya no tengas lana para regalar flores o canciones con frecuencia, pero pregúntate a qué se debe que hayas dejado de hacerlo. El pan es riquísimo, pero no cuenta. Algo que no deben perder de vista las parejas es que deben seguir alimentando la relación y eso significa no olvidar la conquista. Es maravilloso que te esfuerces para que en tu casa haya de todo, pero es importante que no pierdas de vista que ella no es un mueble de esa hermosa casa, sino que es una persona con la que decidiste que pasarás tu vida y que necesita de tus detalles que para ella significan afecto. Revisen juntos cómo van a consentirse ahora que pusieron su relación en un nivel más alto que el noviazgo. Lleguen a acuerdos, y espero que ella entienda que no es una princesa y su príncipe, sino que son adultos que decidieron organizar una relación de pareja y posiblemente una familia con hijos… o sin ellos.