Querido Luis Felipe, preguntas qué hacer con tu esposa como si se tratara de cambiar de lugar un mueble. ¿Ya hablaste con ella de lo que sientes, de lo que has observado de su conducta? Es evidente que algo ha ocurrido en el seno de la relación para que digas que ahora es neurótica y que tú te sientas incapaz de hablar sobre la situación, especialmente si dices que alguna vez tuvieron una buena relación. ¿Qué la hace gritar?, ¿a poco grita de la nada? Dices que de todo se enoja, ¿qué es ese todo, según tú? Y ¿a qué se debe que hayan cancelado su vida sexual?, ¿porque se siente amenazada si la tocas? Tal vez sería de utilidad que acudieran a una consulta psiquiátrica. Puede ser que ella esté sufriendo algún tipo de desequilibrio y podría ser que el uso de algún médicamente recetado por el médico le permita regresar a un cierto balance que les ayude a reorganizar su relación.

Muy entrados

Hola, Tía. Estoy separado de mi esposa desde hace varios años, uno de mis hijos vive con ella, pero una vez sorprendió a uno de mis yernos teniendo relaciones sexuales con ella, aunque ellos no se dieron cuenta que él los pilló, supongo que estaban muy entrados. La situación es que no es la primera vez que mi yerno la va a visitar, no sabemos si decirles algo, decirle a mi hija, a la familia, ¿que hacemos?

El ex Cornudo, 65 años, jubilado.

¡Hooola!, querido ex Cornudo, depende qué es lo que quieres conseguir, pero el reto central es no convertirse en cómplices del amasiato entre tu ex mujer y tu yerno. La bronca es que si tanto tu ex mujer como tu yerno son adultos y no aprendieron a poner límites en el ejercicio de su sexualidad, ¿crees que puedes enseñarles a ponerlos? Tener sexo entre familiares, aunque sea políticos, no se vale, porque es una gran causa de estrés difícil de disolver, pero es algo que posiblemente no puedas controlar. Si le dices a tu hija o a toda la familia, prepárense para enfrentar una crisis general, la cual no significa que ellos dejen de encamarse, puesto que tal parece que hasta ahora les ha valido. Por otro lado, directamente no los viste, el que los vio ha sido tu hijo, que supongo también es adulto, y pregunto ¿por qué no le dijo nada a su madre, si vive con ella? En fin, si crees que tu ex mujer va a hacerte caso y dejará de acostarse con el yerno por lo que tú le digas, pues adelante, dile algo. Y si lo quieres decir a toda la familia, insisto, prepárense para un desaguisado general, y a ver qué queda de la familia. Si se recomponen, pues ya fregaron.

Web’s de a grapa

Hola, Tía. ¿Me podrías dar algunas redes sociales o páginas por internet para buscar pareja? Lo que pasa es que las que he encontrado cobran muy caro, así que me gustaría que me pudieras pasar páginas que sean gratis, para así poder tener contacto con algunas chicas que me den su correo y comunicarme con ellas; soy solo y heterosexual, pero también soy muy tímido. Me gustaría poder encontrar una señora de mi edad o mayor, no importa, el chiste es conocernos. Soy de Guadalajara, saludos.

Pancho Paletas, 49 años.

¡Hooola!, querido Pancho Paletas, hay un dicho que dice: “El que quiera azul celeste, que le cueste”. Gratis, ni las trompadas, pero si eres un “chico” cibernético todo es cuestión de que entres a Google y busques específicamente páginas gratuitas para encontrar pareja y te saldrán como 20 opciones, si no es que más, no las he contado. Ahí está el dato, el resto es tu responsabilidad. Y si encuentras a alguien, ¡bien por ti! Cómete una torta a mi salud.

Mujeriego arrepentido

Hola, tengo un problema, soy muy mujeriego. Tengo una esposa, la amo, pero no puedo evitar andar saltando de cama en cama y disfrutando de lo lindo, aunque luego me da culpa y no puedo vivir con eso. ¿Tengo que ir a terapia o algo así? Gracias, Tía.

Carlos, 35 años, chofer de microbús.

¡Hooola! querido Carlos, ¿y la idea de saltar de cama en cama es?, ¿qué es lo que buscas?, ¿de qué quieres convencerte?, ¿crees que entre con más mujeres estes más hombre te volverás o de qué hablamos aquí? Y eso que me dices que no puedes evitar encamarte con cualquiera que se te presenta es el cuento que quieres contarte, porque realmente necesitas asumir la responsabilidad sobre tus decisiones en el uso de tus genitales. Tú lo decides, tú, el mismo que viste y calza, o el que se encuera y se quita los zapatos con cualquiera. Como prefieras verlo. Cuando decidas revisar qué es lo que haces viviendo tu sexualidad de esa manera podrás tomar otras decisiones. Sólo piensa si tu mujer actuara igual que tú ¿seguirías con ella?, ¿la verías de la misma manera que la ves hoy si supieras que se encama con cada cuate que se le antoje? Y lo peor de todo es que casi puedo jurar, y no lo hago porque no hay que jurar de oquis, que a tu mujer ni la atiendes sexualmente como necesita. ¿Disfrutando de lo lindo? Eso es lo que dices, ¿pero es real? Yo, francamente, lo dudo tanto que te lo pongo por escrito. Así que deja de hacerte como el tío Lolo y organízate una sexualidad plena con la mujer que tienes en casa y a la que de seguro no complaces, porque andas regando tu energía por otros lados. O bien, dile a ella que se sienta con derecho de atenderse con cuanto fulano se le antoje.

Así al menos estarán parejos, y no necesariamente más felices.