De Barbie Noble a Laurel Castillo

Raymundo Zamarripa

Agencia Reforma

Aunque a Hollywood le cueste trabajo creerlo, la actriz Karla Souza es tan mexicana como el tequila y es que, además de sus expresivos ojos azules, su perfecto inglés rompe con el estereotipo latino de la Meca del Cine.

“En los castings llegaba y querían a una latina, y decían: ‘Es que no se ve latina’. Entonces llegaba y hablaba con acento y me trataban como si fuera tonta”, recuerda la actriz en rueda de prensa.

“No tengo familia gringa, mi familia son mexicanos que están viviendo en Estados Unidos y yo también crecí en Estados Unidos. El inglés fue mi primer idioma, y hablaba el español con acento gringo”, cuenta.

“Pero luego cuando mis papás nos llevaron a México, me bulleaban porque hablaba bien el inglés. Entonces fingía para mezclarme dependiendo de dónde estuviera. En Francia, por ejemplo, jamás mencionaba que era gringa; era mexicana. Son gajes del oficio, tienes que ser un poco lo que necesitas”.

Actualmente, la estrella de Nosotros Los Nobles y No Se Aceptan Devoluciones forma parte del elenco de la serie nueva más exitosa en Estados Unidos, How to Get Away With Murder, que el Canal Sony transmite en México.

En ella da vida a Laurel Castillo, una estudiante de leyes de origen latino, que al igual que la actriz de 28 años, tiene un toque internacional, detalle que ha sido una aportación que ella ha hecho al personaje.

“La cultura mexicana es: ‘Báñate tres veces al día y lávate los dientes cinco veces al día’. Yo decía que Laurel fuera, en ese sentido, ‘afrancesada’. Que el pelo no le importa ni su forma de vestir. Su estilo quería que fuera como europeo”, explica.

Karla cuenta que hizo audición para los personajes de Michaela, Laurel y Rebecca, y que su físico no fue un factor importante para ser elegida en el rol que interpreta.

“Me gustó que no la tenían tan clara en la cabeza y yo pude aportar mucho. Laurel se supone que es más alternativa, no le importa tanto su físico, pero pues es televisión y quieren que te veas muy bonita.

“Pero si vas a una universidad, (las estudiantes) no se visten así, no traen tacón todo el tiempo, pero entiendo que es la ficción”, asegura.

De manera específica, la actriz destaca la imagen que proyecta su papel a través de la producción de Shonda Rhimes, de quien asegura ha luchado por quitar prejuicios sobre muchos temas en sus series.

“Este personaje demuestra otra faceta de lo que somos los latinos, como el hecho de que hayan aceptado que sea una latina pero que no tenga acento, que sea un ser humano como todos los demás estudiantes y que no sea ‘La Latina’”, explica la actriz.

La respuesta por parte del público, que se ha dado a través de Twitter, no deja de sorprenderla.

“Muchos mexicanos que me escriben no se esperaban que yo estuviera en esa serie, unos ni saben que soy mexicana. Siento que es un buen recibimiento en Estados Unidos el ver a una latina de esta forma en televisión”.

BYE, BARBIE NOBLE

Después del boom de Nosotros Los Nobles, las ofertas de trabajo que le llegaron a Karla la obligaron a hacer una pausa y no subirse al primer barco sólo por sentir la presión de mucha gente.

“Esta carrera es un maratón, no es un sprint, y los proyectos que me llegaban no eran proyectos que me gustaban”, asegura.

La aceptación que Bárbara Noble tuvo por parte del público sigue avivando la gratitud de la actriz, pero no así la respuesta que generó en la industria nacional.

“Me sentí rechazada, pero no por el público. Porque el público quiere más de los personajes. Pero si el medio te quiere encasillar, es donde tú te tienes que mover y decir: ‘Aquí no veo crecimiento’”, comenta.

Y como ella misma lo explica, el “monstruo” que hace funcionar la maquinaria de Hollywood es sumamente poderoso y el dinero marca la diferencia entre trabajar ahí o en México.

“Pero no es el dinero que gane. El dinero que invierten en la producción de un capítulo no se compara con lo que gastan aquí en México”, explica.

“Es una industria que allá lleva años y acá las series acaban de empezar. Sin embargo, el rating de las telenovelas va bajando y el de las series va subiendo en México. Fuera de eso, el nivel actoral es igual, el nivel de dirección es igual”.

EN BUENAS MANOS

Karla siempre tuvo en mente trabajar como actriz en Estados Unidos y al consolidar una carrera en México y contar finalmente con un abogado, un mánager y un agente en Los Ángeles supo que era el momento adecuado de iniciar con los castings.

Los tiempos, asegura, se ajustaron para que su plan saliera a pedir de boca pues, incluso mientras grababa la segunda temporada de Niño Santo, serie de Canal Once, y ya había hecho el piloto de How to Get Away… tuvo oportunidad de casarse con Marshall Trenkmann en junio pasado.

Y cuando se concretó su participación en How to Get Away… no hizo ruido y esperó a que cada pieza fuera ocupando su lugar.

“Me acuerdo que Luis Gerardo (Méndez) me dijo que fue a una plática con estudiantes y que le dijeron que él era el único de Los Nobles que estaba trabajando. Y que él dijo: ‘Karla ahorita viene con algo que nadie ha visto’. No lo publiqué, digamos que se tardó bastante, pero valió la pena. Uno se tiene que esperar para que lleguen los proyectos buenos”, recuerda.

“Y a Luis Gerardo, los personajes que le ofrecían eran personajes increíbles. A mí no me sucedió eso en México, me sucedió acá. Cada quien tiene su propio camino”.

Su personaje, la historia y estar en una producción de Shonda Rhimes, creadora de Grey’s Anatomy, Private Practice y Scandal, hicieron que la mexicana declinara trabajar en otra serie y en una película.

Cuando aceptó participar en el piloto ni siquiera sabía que la actriz nominada al Óscar, Viola Davis, sería la protagonista.

“Escogí este proyecto y ahorita es la serie número uno en Estados Unidos, y como que ya descanso”, confía.

“¡Sí se trabaja mucho! Pero a mí me encanta, porque cuando veo que mi jefa (Shonda) trabaja más que yo es como ¡Wow! Es padre ver que todo mundo trabaja muchísimo y todo mundo ama lo que está haciendo y todo el mundo le echa muchas ganas, porque se ve en pantalla”.

BIENVENIDA, WELCOME

Cuando Karla se instaló en Los Ángeles no tuvo que navegar a la deriva sin una mano que la ayudara. La actriz le pidió a su compañero en Niño Santo, Francisco de la Reguera, el número de su prima Ana de la Reguera.

“Prometo que nomás me quiero echar un café con ella para que me platique qué onda”, le dijo al actor. “Me dio el teléfono y es súper buena onda. Se pasó horas con cómo manejar los impuestos, ¡es todo un lío!, mudarte, conocer a los directores de casting y todo lo que sucede allá”.

“Ana fue impresionantemente generosa y le agradezco porque fue súper generosa, humilde, sencilla, conmigo y tenemos muchas historias de lo que es ser actriz latina en Hollywood”, asegura.

Quizá un día de éstos las puedan llevar a la pantalla.