Sthephanny Contreras

Agencia Reforma

Aunque hace 22 años Cantinflas murió, su hijo Mario Arturo Moreno Ivanova asegura que todos los días conversa con su papá e incluso lo aconseja.

Y como cada 20 de abril, la noche del lunes mandó a oficiar una misa en honor de su padre; esta vez en la Iglesia San José de las Palmas. “Diario platico con él, es mi guía. Tengo una conexión directa. No estoy loco, simplemente le platico cómo me fue en el día porque se me quedó esa costumbre. “Lo siento muy presente y es muy bonito; me da consejos. Cosas que consulto cuando me acuesto, al otro día tengo respuesta”, aseguró Moreno Ivanova, acompañado de su esposa, Tita Marbez de Moreno. Incluso, platicó que debido a todas las pertenencias que guardó de su papá, Cantinflas le hace travesuras. “De repente se hace presente: estamos en la oficina y me prende el estéreo, o luego se prende la grabadora de dejar recados, siempre pasan cosas muy extrañas, hace diabluras, también se prenden las luces que dejamos apagadas en la noche. “Con estas cosas raras se manifiesta. Últimamente está pasando más y creo que es porque él está contento.” agregó. En 1961, Mario Moreno y Valentina Ivanova adoptaron a Mario, pero ella falleció cinco años después, por lo que él recuerda al “Mimo de México” como su padre y madre. “Recuerdo que para cada 10 de mayo nos ponían a hacer cosas para nuestras mamás, y mi papá siempre se daba el tiempo para pasar por el regalo que hacía. Siempre estuvo presente en todos los eventos importantes para mi”, recordó.