Tan misteriosa como Michael Jackson

Raymundo Zamarripa

Agencia Reforma

Después de la muerte de Michael Jackson en el 2009, el único integrante de la familia con una carrera musical que de verdad le importaba al mundo era Janet Jackson, quien un año antes del deceso de su hermano lanzó Discipline, su décimo álbum de estudio, y quien ahora regresa a los reflectores siguiendo la misma técnica del Rey del Pop: estar sin estar.

Tuvieron que pasar siete años desde el lanzamiento de ese título para que la hermana de los Jackson regresara a la escena con un disco inédito, Unbreakable, que estará disponible a partir del próximo 2 de octubre y con el que se encuentra actualmente de gira en el Unbreakable World Tour.

¿Dónde estabas?

Durante todos estos años, Janet ha mantenido un bajo perfil, dejándose ver únicamente en eventos de beneficencia de amfAR, una asociación de lucha contra el sida, además de la gira de conciertos Number Ones: Up Close and Personal Tour, del 2011.

La razón es que desde que la cantante de 49 años se casó en secreto con el empresario de Qatar, Wissam Al Mana, de 39 años, en el 2012, se ha vuelto aún más discreta y reservada que lo que fue su hermano durante su etapa más aislada.

Esto ha ocasionado que le toque el turno a ella de ser objeto de especulaciones en torno a su vida privada.

Aunque a Janet se le relacionó con Al Mana desde el 2011, se supo que se conocieron a finales del 2009. Después fueron vistos esporádicamente y fue durante el Fashion Week de Nueva York, en febrero del 2013, que se dio a conocer, en un comunicado conjunto, que habían contraído matrimonio.

“Los rumores acerca de una boda extravagante son simplemente falsos. El año pasado nos casamos en una ceremonia discreta, privada y hermosa”, aseguraron entonces.

En abril pasado, y ante las cada vez más raras veces en que se le veía en público, los fans de la cantante crearon un “reporte” de persona extraviada que difundieron en redes sociales, lo que la propia Janet celebró.

Nueva vida

Aunque no se ha confirmado, existen versiones de que se convirtió al islam, la religión de su esposo y que por ello ahora se deja ver siempre con ropa que cubre la mayor parte de su cuerpo, incluso en los conciertos de su nueva gira.

Otro asunto que llama la atención es que su esposo es calificado como un magnate con una fortuna superior a los mil millones de dólares, provenientes del Grupo Al Mana, que dirige con sus dos hermanos mayores.

Sin embargo, la revista Forbes, especializada en perfilar a los súper ricos del mundo no lo tiene en su base de datos y aunque existe una entrevista de mayo del 2014 en la publicación Entrepreneur Middle East, en ésta no se detalla ninguna cifra.

Buen partido

Al Sama, cuyo conglomerado representa y distribuye firmas de lujo, automotrices, joyería, relojes y joyería, además de bienes raíces en Medio Oriente, se describe a sí mismo como un comerciante y dice que sus ganancias provienen de diversas áreas.

“De la distribución, bienes raíces, las ventas y dentro de esta división todo es muy diversificado. Quiero vender de todo. Abriría incluso una dulcería”, comentó a la revista.

Y aunque en el texto se asegura que no le gusta hablar de su vida privada, hizo una concesión.

“Paso tiempo con mi esposa. Es un lujo. Nos encanta viajar. Amamos ir a lugares bonitos y exóticos, alejados del mundo y de los ojos curiosos. Con el paso del tiempo, como todo en la vida, se encuentran formas para lograrlo (estar juntos) y aprendes a hacerlo”, aseguro.