Dejan huella

KEVIN CHARLES

Pocos grupos pueden darse el lujo de considerarse enormes, pero ayer El Gigante de América demostró por qué se ha ganado a pulso ese nombre.

Antes de que sonara su primera canción de la noche en el Auditorio Banamex, el vocalista y líder, Lupe Esparza, saludó a las 5 mil 500 personas (cifra oficial) en punto

de las 21:47 horas y les prometió amor eterno, como la ha hecho por 35 años.

“Ha venido música nueva, grupos nuevos, pero de algo estamos seguros, de que los amores grandes son para toda la vida, para toda la eternidad, por eso ustedes, nosotros

no nos vamos a olvidar”, exclamó antes de iniciar precisamente con el tema “No Nos Vamos A Olvidar”.

El júbilo del público no se hizo esperar, pues luego de “Que Te Han Visto Llorar”, se movieron al ritmo de “Sergio el Bailador”, uno de sus éxitos más representativos.

Condensar una discografía de más de tres décadas en unas cuantas horas no es tarea fácil, por eso El Gigante optó por cantar fragmentos de éxitos como “Voy A Tumbar la Casita”, “Mal Amor” y “Un Golpe Más”. “Un grupo como el nuestro tiene que reinventarse, tiene que seguir andando”, dijo Lupe para dar pie a su sencillo más reciente, “Apachurradita”, que fue menos coreado y bailado.

Sin embargo, la agrupación que se hiciera famosa con Javier, Choche, Ramiro y Lupe dejó claro que su “sangre nueva” puede ser igual de fuerte y atractiva para sus

seguidores que la de hace varias décadas.

Y como muestra estuvo la ovación que se ganaron los más recientes integrantes, José y René Esparza y Javier Cantú, en una de las canciones clásicas de Bronco, “Que No

Quede Huella”.

El legado de la música de Bronco es indiscutible y ayer también demostraron

por qué. Cuando iban a interpretar “Sheriff de Chocolate” invitaron al niño Damián Abraham Castillo García a que se les uniera en el escenario para cantar juntos.