Mi reencuentro con la Odyssey

Alberto Bortoni

Agencia Reforma

O las amas o las odias: asÌ son las minivanes. En mi caso, se trata de un gusto culposo que, particularmente con la Honda Odyssey, creo ser capaz de defender.

Fue a finales de los 90 que la primera generación de la Odyssey desembarcó en México y desde entonces me impresionó. Sus dimensiones eran engañosas, pues al manejarla era ágil y veloz. Desde entonces, han pasado más de 20 años, y actualmente la Odyssey se enfrenta a innumerables opciones de crossovers y SUVs.

Sin embargo, la miniván de Honda también ha evolucionado. Estéticamente luce más moderna, sus líneas son más orgánicas y menos anguladas, al tiempo que, en el poste D, el cristal lateral fue extendido hasta la parte trasera para dar el efecto de un voladizo. Y aunque curiosamente las luces traseras siguen teniendo bulbos convencionales, la versión Touring cuenta con faros LED.

En tecnología el cambio ha sido mayúsculo. A la cámara montada en el retrovisor del copiloto se suma una al interior de la cabina, para monitorear la segunda y tercera fila. Las imágenes captadas son mostradas en la pantalla central, que ahora también es más grande. Por si esto no fuera suficiente, las voces en el interior se transmiten a través de las bocinas, por lo que es más fácil mantener contacto con todos los pasajeros del vehículo desde la posición de conducción. No, nada de esto se veÌa venir en 1998.

El sistema de entretenimiento cuenta con Apple Car Play y Android Auto, sin embargo, Honda ha puesto aplicaciones que buscan ser útiles. Vaya, !hasta tiene una calculadora científica!

Por otro lado, el panel de instrumentos es ahora digital, con un pequeño gráfico en la parte alta para el tacómetro y un velocímetro. Sálo los indicadores de temperatura y combustible se mantienen como agujas.

La palanca de transmisión desapareció del tablero, y ahora se opera con botones ubicados en la consola. La caja de seis velocidades fue reemplazada por una de diez, que es la cantidad más alta en el mercado actual. La operación de la misma es suave y, con los controles tras el volante, se pueden realizar los cambios de forma completamente manual, lo que permite ir jugando con la transmisión todo el tiempo.

El motor es un V6 de 3.5 litros, que entrega 280 caballos, suficientes para moverla rápidamente al acelerar y al desplazarse a velocidades de autopista. En parte, el mérito está en la nueva transmisión que puede mantener relaciones cortas para arranques rápidos. El rendimiento también ha mejorado sobre la generación anterior.

Pero detrás de todos estos cambios, la Odyssey mantiene la esencia de una buena minivan: es familiar, cómoda, potente y rápida. Sí, es más silenciosa que antes, pero de la misma forma que en 1998, ésta sigue siendo la mejor forma para que una familia viaje rápida y cómodamente por carretera.

Honda Odyssey Touring

Motor: V6 3.5 l

Potencia: 280 hp @ 6,000 rpm

Torque: 262 libras-pie @ 4,700 rpm

Transmisión: aut. 10 vel.

Tracción: delantera