Jorge Bonilla
Agencia Reforma
MÉXICO, DF .- Consideradas como un elemento de seguridad pasiva por no requerir la acción del conductor, las bolsas de aire fueron diseñadas como un complemento al cinturón de seguridad, siendo Mercedes-Benz en 1980 la primera marca en introducir este sistema en la Clase S, utilizando un sensor que bloqueaba los cinturones antes de desplegar la bolsa de aire. El diseño del sistema es relativamente simple, una central de control de las bolsas de aire monitorea un número de sensores relacionados al automóvil como acelerómetros, sensores de impacto, de presión en las puertas, de velocidad en las llantas, giroscopios, sensores de presión de pedal del freno y algunos más en los asientos para conocer si hay alguien en el vehículo. Cuando los límites programados han sido alcanzados o superados, esta central libera un generador de gas que infla rápidamente una bolsa de aire fabricada en nylon. Mientras los ocupantes del vehículo impactan a la bolsa de aire, el gas escapa de forma controlada a través de ductos de ventilación, por lo que el volumen de la bolsa de aire y el tamaño de los escapes está diseñado según el tipo de vehículo para incrementar la protección en la desaceleración y en combinación con el cinturón de seguridad. Las señales de los sensores son alimentadas a través de la central, la que determina el ángulo del impacto, la severidad, la fuerza del choque y otras variables; dependiendo de estos cálculos puede activar otros sistemas como pre tensores de los cinturones de seguridad y/o bolsas de aire frontales, laterales o de cortina, cada uno de estos activado con un impulso eléctrico. Este impulso consiste en un conductor eléctrico envuelto en un material combustible activado por un pulso de 1 a 3 amperes en menos de 2 milisegundos, cuando éste está lo suficientemente caliente enciende el material combustible que a su vez inicia el generador de gas. Típicamente la decisión de inflar o no una bolsa de aire es tomada de 15 a 30 milisegundos después de la detección del choque. Las bolsas de aire para conductor y pasajero quedan totalmente infladas en 60 a 80 milisegundos a partir del primer momento de contacto detectado.
Si la bolsa de aire es desplegada tarde o lentamente, el riesgo de hacerle algún daño al pasajero puede incrementarse. En vehículos equipados con un sensor de volcadura, los acelerómetros y giroscopios son utilizados para detectar el giro del vehículo, al determinar que es evidente la volcadura, las bolsas de aire laterales y de cortina se despliegan para proteger a los pasajeros del contacto con el lado interior del vehículo así como prevenir que salgan del mismo.
