A frotarse las manos

Por acá, en nuestro rancho lindo y querido, el invierno comienza a ahuecar el ala dando paso a un clima cada vez más calido y sabroso, sobre todo para aquellos que reciben a cada mañana con unos tamalitos de rajas acompañados de un champurrado calientito.

El año comienza a calentarse y sobre todo porque al fin comenzó la pasión de nuestros fines de semana: la cáscara mexicana. Sin embargo, la atención de toda la familia pambolera en México está enfocada en nuestros prietitos del Tri (bueno, los naturalizados que llamó Don Sven más bien parecen güeritos de rancho).

La Selección Mexicana está a escasos días de comenzar la batalla final rumbo a Sudáfrica 2010 y las manos ya comienzan a frotarse y no precisamente por el frío que se nos va sino por el nerviosismo que nos llega. El Tri jugó contra Suecia su único partido de preparación antes de enfrentar a Estados Unidos en Columbus y, acá entre nos, el funcionamiento de los nuestros dejó muchas dudas.

Sabemos que sólo Oswaldo Sánchez, Matías Vuoso, Leandro Augusto, Sinha y quizá Carlos Ochoa son los que tienen un lugar asegurado para medirse a los sobrinos del Tío Sam en el inicio del hexagonal, sin embargo, ponerse la verde significa ser el mejor en su posición y que se cuenta con el carácter necesario para pelear por un puesto.

El partido frente a los suecos fue netamente amistoso, ya que el cuadro titular de México está, en su mayoría, del otro lado del charco jugando con sus equipos. No dudamos que la Federación Mexicana de Fútbol y el cuerpo técnico de la Selección estén poniendo todo de su parte para llevar lo mejor preparados a nuestros muchachos, no obstante, para el hexagonal hay que llevar a lo mejorcito que tenemos y dejar de experimentar con jugadores que difícilmente se volverán a poner la verde.

El once de febrero es la cita con la historia y más vale que México llegue con las pistolas desenfundadas como mi General Villa, de lo contrario sufriremos más de la cuenta para llegar a la justa mundialista. Una cosa es segura: el Tri estará en Sudáfrica 2010 (al menos eso me jura y perjura el brujo majujo) lo que no sabemos es cuántos corajes nos costará la calificación y cuántas canas verdes nos saldrán.