Pobres, Pero Honrados

¿Quiere saber quien es favorito el domingo, en la Copa MLS?

La respuesta sería más fácil si se le pudiera pregunta al Comisionado.

Nada mejor podría pasar la mente de Don Garber, que el ver a Los Angeles Galaxy ganar el domingo, y coronarse campeón de la MLS.

Y, por favor, entendamos esto, Garber es una buena persona, siempre abierto a explicar el plan y la visión de su equipo de trabajo, que lucha por hacer de la MLS una liga de respeto en este país, que no ama nuestro fútbol, y tambien en el resto del mundo, que desprecia la práctica de nuestro deporte en Estados Unidos.

Estoy seguro que, al jugarse el domingo la final de la MLS en el estadio nuestro, en “El Qwest”, el señor Garber vá a decir “Que gane el mejor”, “lo importante es que sea un gran partido”, “lo importante es que la gente vea un gran juego de fútbol”, y todo lo demás.

Pero, una victoria del Galaxy, con un golesito de Donovan y uno de Beckham, quizás de tiro libre y de 25 metros, en “chanfle”, sería como el mejor regalo de Navidad, para el Directivo mayor de la MLS.

Sería probar que tuvo razón de traerse ese inglés farandulero, mitad jugador de fútbol, mitad ficha del Jet Set, a jugar a la joven liga que dirige.

Y es que, si Galaxy ganara el domingo, y el partido se desarrolla siguiendo lo que hemos visto en la liga durante este año, la MLS tendrá de campeón un equipo que supo jugar al fútbol, y que tuvo todos los elementos de una liga de profesional de las que algunos llaman “De verdad”.

Galaxy tiene de Director Técnico al “Fergusson” de los Estados Unidos, de arquero uno con experiencia mundialista, en la defensa dos jovencitos hispanos, en el medio un seleccionado nacional de Inglaterra, y adelante el ídolo más grande del fútbol en este país.

Equipo completo, ¿no?

Súmele la atención nacional que ha traído en alguna medida Seattle, la mejor ciudad debutante en la historia de la liga, como anfitriones del juego.

Con moderación y en silencio, es muy posible que Garber “haga barra”, “heche porras”, por los blancos.

Pero… “Not so fast, Donald”, como dirían en inglés.

Cada vez que un equipo de blanco y azul, que se cree con derechos reales, ha enfrentado uno de uniforme azulgrana, que viene de una tierra medio lejana y medio desdeñada, el blanco ha tenido que sufrir mucho, y muchas veces ha salido “llorando”.

Por supuesto, estoy haciendo analogía al multimillonario Madrid y al orgulloso Barcelona, aunque, por cosas del “Marketing Americano”, el que se llama Real en este país, es el que usa el uniforme del Barcelona, en la Madre Patria.

En todo caso, no tan rápido, el Real Salt Lake, el equipo de los mormones, del jugo de mangostino, de la ciudad en la mitad de ninguna parte, juega un buen fútbol, un fútbol que no se puede vencer, “de camiseta”.

Real Salt Lake es un equipo “Pobre, pero honrado”, como dicen las señoras.

La nómina completa del Galaxy cuesta casi $10 millones de dólares, la del Real, poco más de $2 millones; los detalels los explicaremos después, pero baste con decir que, si el salario de Beckham no fuera el montón de millones que es, sino, por decir algo, el mismo de Donovan, aún así, el Galaxy doblaría en nómina al Real.

Pero el dinero no mete goles, existen elementos que hacen del Real un equipo sólido y compacto.

Mientras el entrenador del Galaxy ha ganado todo, y es una celebridad del fútbol en los Estados Unidos, el de Real estaba hace 3 años poniéndose las espinilleras en el camerino, al lado de los jugadores del equipo; Jason Kreis era uno de ellos, de hecho, su capitán en la cancha. Eso es importante para la mísitca del conjunto, eso une el equipo desde el vestidor, no desde la Sala de Conferencias a la prensa.

En lo táctico, el Real tiene un portero “normal”, pero que sabe atajar penales, una defensa que arranca en el liderazgo de un experimentado central colombiano, una media que sabe “tocar el balón”, no simplemente “transportarlo”, y un par de delanteros decentes, que si les llega el balón por tierra, puede hacer daño.

Por arriba, olvídense, el Galaxy tiene una combinación de experiencia y juventud, con más de 1.80cm en cada uno de los centrales.

Pero, en medio de la fiesta del Qwest, de los autógrafos de Donovan y Beckham, Galaxy tendrá que enfrentar un equipo de oficio, que se viene cocinando solito, incluso casi sin apoyo de su público, hace tres años completos, y que no tiene nada que perder, por no son favoritos.

Galaxy debiera ser el Campeón, confirmaría el “establishment”, la organización de la liga, pero una victoria del Real, que es posible,podría demostrarle al país y al mundo, que el fútbol “de base” en los Estados Unidos, está comenzando a ganar torneos, está evolucionando en la dirección correcta.

Veremos.

Que gane el mejor.

¿Usted que opina?

Quien gana la Copa, y por qué