Apuesta Letizia por la sobriedad

Luis Méndez

Agencia Reforma

MADRID, España 19-Jun .- Letizia apostó finalmente por la sobriedad y la elegancia en su primera aparición como Reina de España, despejando uno de los secretos mejor guardados de la proclamación de Felipe VI.

El vestido corto de color blanco y el abrigo de primavera de manga larga del mismo color que Letizia eligió para la magna ceremonia lleva la firma de Felipe Varela, el modista que mejor sintoniza con los gustos de la nueva Reina a la que ha vestido en algunos de los momentos más significativos de su vida en la Corte española.

El cuello del abrigo ligero estaba confeccionado con pedrería en tonos dorados y carmesí para evitar la presencia de joyas, un gesto de ostentación poco recomendable cuando España atraviesa por una severa crisis económica.

“Abrigo y vestido en crepe de verano blanco roto con bordado en el cuello degradé en cristales rubí, amatista, ámbar y rosa talco, con microperlas crema”, precisa la agencia del modisto.

Letizia ha sorprendido a propios y extraños con su elección, ya que los expertos apuntaban a que llevaría un vestido largo y probablemente de color rojo, que es uno de los que mejor le sientan.

La Reina, con aretes minúsculos, no sólo prescindió de las joyas visibles, sino que tampoco ha querido exhibir corona ni tiara.

Ni siquiera se puso la diadema que el nuevo Rey Felipe VI le regaló por su quinto aniversario de boda y que, según los analistas, adornaría la cabeza de Letizia durante la proclamación de su marido.

Lejos de recogerse el pelo, Letizia optó por la melena suelta y lisa que lleva habitualmente.

El look de la nueva Reina se completó con una cartera de mano de ante arena de la firma también de Varela y zapatos de tacón alto, del mismo tono que el vestido, de la firma alicantina Magrit.

“Va guapa, discreta, y favorecida y da la imagen de austeridad que ella quiere transmitir en estos tiempos revueltos con el mínimo detalle transgresor de un cuello bordado”, señala Beatriz Miranda, especialista en moda.

Las hijas de los Reyes también lucieron discretas, con sendos vestidos cortos de tablas iguales pero en rosa claro en el caso de Leonor y en verde agua en el caso de Sofía.

Unas sencillas bailarinas en tonos plateados remataban los conjuntos de las Infantas.